¿Cuándo dar un regalo de boda? Cuál es el mejor momento para entregar un regalo de boda
El regalo de una boda se suele enviar o entregar con anterioridad a la celebración del enlace matrimonial
Mejores momentos para entregar un regalo. Lo damos, ¿antes o después de la boda?
Los regalos de boda se ven afectados por las costumbres y tradiciones del lugar donde se celebra esa boda. La decisión está del lado de los invitados, si quieren o no seguir esas costumbres.
Lo acostumbrado, en la mayoría de los casos, es dar o enviar el regalo varios días antes de la boda.
En algunas zonas o regiones la costumbre es dar el regalo ese mismo día, pero no es nada cómodo, ni para los novios ni para los invitados. Tener que ir a la celebración de una boda 'cargados' con un regalo no es muy oportuno. Tampoco para los novios, que suelen delegar en los padrinos o en algún familiar cercano la responsabilidad de recibir estos regalos.
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Si el regalo es monetario, es decir, los "conocidos" sobres con dinero, dar el regalo el mismo día puede ser peligroso. Se puede perder, lo pueden robar, etcétera.
El regalo de boda, ¿enviarlo o entregarlo en mano?
El regalo es mejor enviarlo a casa de uno de los novios antes de que se celebre el enlace. Si ya tienen un domicilio donde van a vivir juntos los novios, se puede enviar allí. Salvo que nos indiquen lo contrario, no debemos enviar el regalo a casa de los padres. Luego deberán tener que hacer esa 'mudanza' de los regalos a su casa.
Si vamos a ver a los novios con anterioridad a la boda, se les puede entregar en mano el regalo, durante una visita a su casa o bien quedando para charlar o cenar.
Una de las formas más cómodas de regalar, tanto para los invitados como para los novios, son las listas de boda. El regalo elegido quedará, como si dijéramos, en posesión del establecimiento hasta que los novios elijan quedárselo, cambiarlo e incluso canjearlo por dinero. Los regalos de la lista de bodas son, por decirlo de alguna manera, virtuales, hasta que los novios deciden lo que quieren hacer con ellos.
Por último, ni que decir tiene, que hacer un regalo después de una boda -salvo que sea una costumbre local-, es bastante desconsiderado, e incluso, de maleducados. Es un despiste imperdonable. Da la sensación de que uno disfruta de una invitación y en función de la "calidad" de esa celebración o banquete se hace el regalo a posteriori. Muy feo y descortés.
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