
¿Hay que esperar a que los anfitriones nos inviten a tomar asiento para poder ocupar una silla o un sillón?
Sí y no, depende. En una pequeña reunión sí, debemos esperar a que nos ofrezcan el asiento. En una reunión más numerosa, es necesario ser prudentes. Si queremos sentarnos sin que nos inviten a ello, podemos preguntar si el asiento está ocupado. No es la primera vez que alguien se sienta en el lugar de una persona que se había levantado a por una copa, se había ido al cuarto de baño o se había ausentado por otro motivo de forma temporal.
Si vemos que todos los asientos están ocupados y entran señoras, personas mayores, etc. tenemos el deber de cortesía de ofrecer nuestro asiento a estas personas. Antiguamente, al ofrecer el asiento, aunque la persona lo rechazara, se levantaba la persona que lo ocupaba para "obligar", en cierta manera, a aceptar ese asiento. Era un gesto de cortesía que apenas se ve en la actualidad.