
Urbanidad en las desgracias.
Las penas compartidas son más fáciles de llevar y el cariño de las personas mitiga el dolor y el sufrimiento.
Urbanidad en las desgracias.
Cuando a alguno de nuestros deudos o amigos le haya sobrevenido una desgracia le manifestaremos la parte que en la misma nos tomamos, como también nuestro deseo de aliviarle diciendo según el caso: "siento en el alma el pesar que aflige el corazón de Vd. por tal adversidad"; "pero si mi persona y facultades pueden contribuir a su consuelo, las emplearé gustoso en su obsequio". "La novedad ocurrida en la salud de D. N. me tiene en el mayor cuidado, y no cesará éste hasta su total restablecimiento".
También puede utilizar expresiones similares a estas: "Todos hemos de pagar tarde o temprano el feudo común al Criador, y debemos conformarnos con sus altos juicios". "Procure Vd., pues, consolarse con la dulce convicción de que la madre de Vd. en premio de sus virtudes estará ya gozando de mejor vida". "Acompaño a Vd. en el justo dolor que le cabe por la muerte inesperada de su apreciable hermano, rogando al mismo tiempo al Señor le conserve a Vd. muchos años como el único que puede reemplazar una pérdida tan sensible".
No llevéis a la sociedad vuestras pesadumbres ni desazones, para no ir a turbar la alegría de los otros. Si no podéis contribuir a ésta, quedaos en casa con vuestras ideas melancólicas; pero si tratáis de disiparlas con las distracciones de la sociedad, no impongáis vuestras penas por castigo a todos sus individuos.
-
16392
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Un mordaz y disparatado punto de vista de la moda de Paris desde el punto de vista de un extravagante con mucha dosis de socarronería
-
El hábito es una segunda naturaleza, y lo que nos parezca imposible al principio, nos será sumamente fácil con el tiempo.
-
"El baile, dice el lord Chesterfield, aunque es un pasatiempo tonto y frivolo, es una de aquellas locuras con las cuales es preciso que los hombres de juicio se conformen algunas veces; y si se conforman, es preciso que lo hagan en regla."
-
La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
La conversación es el palenque en donde se ponen a prueba todas las cualidades de talento, amabilidad y finura.
-
Equitación. Al tiempo de montar, no se han de tomar las riendas ni demasiado cortas ni demasiado largas.
-
Al enviar las invitaciones, figuran en las tarjetas los nombres del marido y de la mujer, pero al contestar aceptando la invitación o excusando...
-
El aseo personal es una parte muy importante en la vida diaria de las personas.
-
Al entrar en una iglesia, si está el Santísimo expuesto, se debe hacer la genuflexión hincando las dos rodillas, inclinando la cabeza y santiguándose.
-
La ridiculez de las modas, bien puede recordarse el uso de llevar una calceta o una pierna de un color y la otra de color distinto.
-
Se limpiarán los dientes con un cepillito blando, procurando hacer esta operación por dentro y por fuera.