¿Por qué se pide la mano de la novia? ¿De dónde viene esa costumbre?
La petición de mano es una costumbre cada vez menos seguida por los jóvenes que van a celebrar su enlace matrimonial
La petición de mano. ¿Por qué se pide la mano de la novia? ¿De dónde viene esa costumbre?
La petición de mano es un acto familiar en el que el novio pide a sus padres, tutores o familia la mano de su novia.
Hay que tener en cuenta que el matrimonio, antaño, y puede que en la actualidad, era además de una celebración familiar una especie de negocio entre las partes. Se negociaba entre las familias la dote que la mujer iba a aportar al matrimonio, y otros detalles, principalmente económicos.
Si 'todo estaba correcto' el padre concedía el permiso a su hija para casarse con su prometido (lo que se conoce como "dar/conceder la mano de la hija"). También se conoce como dar el consentimiento. Sin este permiso paterno una mujer no podía contraer matrimonio.
Te puede interesar: Petición de mano, clásica o no tan clásica
Tristemente, muchos matrimonios, como indicamos anteriormente, eran más un negocio que una prueba de amor entre los novios. Se arreglaban y pactaban desde su más tierna infancia, por los propios intereses familiares y de sus empresas, títulos o propiedades. Actualmente, ya solo ocurre en algunos países y en comunidades culturales de costumbres bastante ancestrales.
Actualmente, la petición de mano no deja de ser una formalidad, que no todos los novios realizan, y que es totalmente optativa antes de celebrarse el enlace matrimonial.
Las 'nuevas peticiones de mano' son, en general, un encuentro sin muchas formalidades que sirven para conocerse mejor ambas familias.
En las bodas reales, como hemos podido ver en la televisión, la novia aún solicita el permiso de Su Majestad -S.M.-. para casarse cuando el sacerdote procede con la ceremonia matrimonial. Con un leve giro de la cabeza y una pequeña inclinación de ésta hacia S.M. se le pide el permiso de una forma simbólica.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando hablamos por teléfono alguna veces no sabemos cómo ponerle fin a la conversación. Pero el 'protocolo telefónico' nos lo deja bastante claro. Solo hay que conocerlo
-
Los comportamientos de las personas en sociedad quedan reflejados, en muchas ocasiones, en lugares como la playa, donde compartir un espacio público con otras personas requiere de una buena dosis de prudencia, cortesía y sentido común
-
La figura del acomodador y el servicio de guardarropa apenas se ven ya nada más que en algunos teatros y recintos para espectáculos
-
El orden de servicio puede hacerse por diversos criterios a elegir por los anfitriones. Estos criterios suelen ser tan sencillos como la edad o la utilidad
-
Los regalos desproporcionados por razón de su valor no son apropiados salvo en el ámbito de la intimidad
-
Los peatones deben cumplir la reglas igual que un conductor. Cruzar por donde no se debe o con el semáforo en rojo puede ser muy peligroso
-
Los días de lluvia, como los de sol, andando por la calle es normal que nos encontremos con otras personas conocidas que llevan una paraguas abierto como nosotros. ¿Qué debemos hacer?
-
La visita ha dejado de ser una "obligación" social para convertirse en algo más espontáneo y arbitrario
-
El pago de los gastos generales de un viaje se pueden pagar a escote dependiendo de varios factores. Todo depende de lo que acuerden los viajeros
-
En el supermercado, en el cine o teatro, en un museo, etcétera. Es bastante habitual tener que guardar cola, o lo que es lo mismo, esperar a que llegue nuestro turno
-
El beso como forma de saludo no debe ser la primera opción cuando se saluda a una persona.
-
Las calles no siempre están están en perfecto estado o bien nosotros no vamos muy atentos y tropezamos con una adoquín que sobresale, con un pivote, etcétera