Al final de una reunión o celebración, ¿los anfitriones despiden a sus invitados?
Despedir a los invitados de forma apropiada es una de las 'funciones' que debe cumplir todo buen anfitrión
Cómo debemos despedir a nuestros invitados
Las despedidas correctas de los invitados
Si recibir de forma correcta a los invitados es importante, no lo es menos saber despedirse de ellos cuando la reunión o celebración ha terminado.
Si los invitados se van poco a poco o todos de una vez, habrá que acompañarles hasta la puerta, agradeciendo su presencia. Les facilitaremos sus pertenencias y permaneceremos en la puerta hasta que hayan tomado el ascensor o bajado por las escaleras. No se debe cerrar la puerta hasta que no hayamos "perdido de vista" a los invitados.
Si hablamos de una casa de campo, un chalet o una construcción similar, es correcto acompañarles hasta el coche. Si la verja o puerta no es automática, habrá que ir hasta la salida y abrírsela. No debemos dejar que sean ellos los que bajen del coche para abrirla y cerrarla.
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Cuando algún invitado es de mucha relevancia, es correcto despedirlo acompañándole hasta su coche o hasta la puerta de la calle. A mayor importancia del invitado menor es la distancia que debemos, como anfitriones, dejarles solos hasta llegar a la calle o a la salida.
Las despedidas no deben ser organizadas, como una recepción. Una despedida de este tipo podría indicar a los invitados que la reunión ha terminado, obligando, en cierta manera, a terminar las conversaciones pendientes de forma algo apresurada. Salvo casos muy especiales, los invitados deber irse a medida que lo consideren oportuno, siempre apelando a su buen criterio y sentido común. Si la reunión no parece tener fin podemos ir dejando "señales" para que los invitados -a buen entendedor con pocas palabras basta-, comprendan que la reunión o celebración debe terminar.
Se pueden 'enviar estas señales' dejando de servir bebida o comida. Comenzando a retirar algunos elementos. Lo que no es muy correcto, hacer gestos demasiado directos y poco educados como ponerse a bostezar, aparecer en pijama o cosas por el estilo. Hay que ser un poco más educados y sutiles.
Si estamos con personas de mucha confianza, si podemos expresar, en casos muy contados, nuestra preferencia por dar por la terminada la reunión. Estamos cansados, se hace tarde y al día siguiente debemos madrugar o salir de viaje o por cualquier otro motivo creíble.
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