
Permítame que me presente ...
La autopresentación es un recurso que solo se debe utilizar cuando los anfitriones están muy ocupados, y no encontramos a ningún amigo o conocido que nos pueda hacer de "introductor" o mediador para presentarnos a esa persona con las que estamos interesados en charlar o conocer.
En reuniones más informales o íntimas, la autopresentación es algo bastante habitual cuando no encontramos quien nos presente, aunque siempre es mejor tratar de buscar la "ayuda" de este mediador o introductor, antes de autopresentarnos que debe ser el último recurso del que echar mano.
El protocolo indica que no se debe hacer una autopresentación ante una persona de gran relevancia o rango. Siendo un poco exagerados, nadie se autopresenta al Rey, al Presidente de Gobierno, al Príncipe de Asturias, etc.