
Las visitas. Urbanidad para las niñas. Parte II.
Las señoras no se levantan ni para recibir ni para despedir a los caballeros; pero sí cuando entren o salgan otras señoras.
Urbanidad para las niñas. Las visitas.
¿Cómo deben proceder los amos de casa cuando reciban una visita?
Deben hacer pasar inmediatamente al mejor sitio de la casa al visitante, a menos que sea persona de mucha confianza, en cuyo caso podrán recibirle en la habitación en que esté la familia. Si por cualquier motivo no pueden recibirle en el momento, deben suplicarle, por medio de un criado, que espere en una habitación de preferencia, rogarle que se siente y proporcionarle alguna distracción; teniendo en cuenta que es siempre muy enojoso y molesto para los visitantes el que se les obligue a hacer antesala. Después el amo de la casa en persona debe buscarles y rogarles que perdonen la molestia que se les haya causado por la espera.
¿Qué más deben hacer los que reciban una visita?
Si el visitante es acreedor a sus atenciones, invitarle a que ocupe el sitio de preferencia, sentarse cerca de él, y después de los saludos de rigor, esperar a que hable y seguir el tema de su conversación, sin variarlo, especialmente si el que visita es persona que le merece respeto por su posición, su edad o su saber, en cuyos casos debe considerársele, mientras le visite, como si él fuese el verdadero dueño de la casa.
¿Qué debe hacerse cuando el visitante manifieste deseos de irse?
Rogarle que permanezca más tiempo, mostrando que es muy grata su compañía; y si insiste en retirarse, ponerse en pie en cuanto él lo haga y acompañarle hasta la puerta, no cerrándola sino cuando haya bajado gran parte de la escalera. Si hay otras personas de visita, debe el dueño pedir su venia para acompañar al que se marcha.
¿Qué debe hacer el dueño de la casa cuando, hallándose con visita, entren nuevos visitantes?
Levantarse en seguida para salir a su encuentro, contestar a los saludos que se le dirijan e invitarles a tomar asiento, como anteriormente se ha dicho. Los visitantes que hubiese ya en la habitación, deben ponerse en pie cuando entre la nueva visita, y no sentarse hasta que ésta lo haga. Las señoras no se levantan ni para recibir ni para despedir a los caballeros; pero sí cuando entren o salgan otras señoras, a las que, si son amigas, deben abrazar y besar como saludo, inclinándose ligeramente ante ellas si las ve por primera vez.
¿Qué duración deben tener las visitas?
Media hora escasa si son de cumplido; para las de confianza y las íntimas no puede haber regla, pero en todo caso debe retirarse el visitante cuando comprenda o sospeche que es importuna su presencia.
¿Qué otras reglas hay que tener presentes en las visitas?
Que no está bien mirar con curiosidad los muebles y adornos, sobre todo si están deteriorados o en mal uso, ni deben darse muestras de aburrimiento y fastidio.
¿Qué debe hacer el visitante al retirarse?
Despedirse de los dueños de la casa y de los demás visitantes, si los hubiere; dar expresiones para las personas de la familia que estén ausentes; rogar a los que se hayan levantado que vuelvan a sentarse, y hacer el mismo ruego a los dueños, para que no se molesten en acompañarle, repitiendo esta súplica cuando llegue a la puerta de la sala y a la de Ia escalera.
¿Qué deben hacer las niñas en visita?
Mostrarse muy formales, imitando lo que vean hacer a su mamá y no dando muestras de fastidio, aunque se cansen, para que no se las tache de impertinentes y mal educadas. Si en la casa que visitan hay otra u otras niñas y la invitan a jugar, debe pedir permiso a su mamá y a la dueña de la casa, y mostrarse muy prudente, evitando armar ruido, trabar disputas y hacerse enojosa por cualquier concepto.
- Las visitas. Urbanidad para las niñas. Parte I.
- Las visitas. Urbanidad para las niñas. Parte II.
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