
¿Cómo llevar el paraguas un día de lluvia? Prestar un paraguas
Cuando vamos andando por la calle con un paraguas no en todas las ocasiones sabemos como manejarlo de forma correcta entre la gente. Los paraguas deben moverse para evitar chocar unos con otros
protocolo.org - FP Pro
¿Cómo caminar con un paraguas cuando llueve? Cortesía y buenos modales con el paraguas
Hablamos mucho de la buena educación. Pero en práctica fallamos en lo más básico. Nos preocupamos únicamente de ir bien vestidos a una boda o de otros acontecimientos más sociales, pero no nos fijamos en el día a día, en los pequeños detalles. Por eso la gente piensa que se ha perdido la buena educación.
Cuando vamos por la calle con el paraguas abierto, tendremos que levantarlo para no chocar con otros viandantes que llevan paraguas. Sobre todo hay que hacerlo cuando veamos a una señora, a personas mayores, y en general a personas de menor estatura que nosotros.
Por el contrario, si la persona que viene enfrente es más alta, nosotros bajaremos ligeramente nuestro paraguas para que ella lo levante. No es conveniente ladearlo, porque nos mojaremos ambos. Es mejor levantarlo o bajarlo un poco nada más.
Te puede interesar: Cómo utilizar el paraguas cuando vamos solos y cuando vamos acompañados
'Circular' con un paraguas por la calle
Para andar por la calle recordemos algunas normas básicas:
- se camina por la derecha, siempre pegado a la pared;
- se cede la derecha a las personas mayores, coches de niños, sillas de ruedas, etc.;
- si el paso es muy estrecho, solo cabe una o dos personas, siempre tienen preferencia el que va por su derecha. (Por desgracia, es muy común ver a personas que vienen de frente ocupando el lado derecho con tenacidad, desplazando a la gente que va correctamente por su lado);
- si la persona que viene de frente, aunque no vaya por su derecha, va pegada a la pared porque no tiene paraguas, resguardándose de la lluvia, podemos, por cortesía, cederle el sitio si nosotros llevamos paraguas. No es cuestión de hacer que se moje, por pura cabezonería. A eso se le llama cortesía y buena educación.
En los transportes públicos, debemos tratar de sacudir bien el paraguas antes de subir. Al ir, generalmente, bastante apretados, podemos mojar a otras personas si las tropezamos con el paraguas lleno de agua.
Prestar y devolver un paraguas
Si tenemos algún invitado en casa, y al marchar llueve, le podemos ofrecer un paraguas para resguardarse de la lluvia.
Si nos han prestado un paraguas, hay que devolverlo lo antes posible. Si acompañamos al paraguas con un pequeño detalle por el favor que nos han hecho, mucho mejor.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La ayuda a los anfitriones de la casa por parte de las personas que les hacen una visita no es habitual pero hay excepciones
-
Invitaciones y regalos. Cuándo dar el regalo. La forma más apropiada de entregar un regalo
-
En las fiestas no siempre sale todo como se tenía previsto y pueden darse algunas situaciones comprometidas. Una de ellas es el invitado que se pasa con el alcohol
-
No es nada agradable ver unos labios o unos dedos marcados en una copa. Por eso la servilleta es un elemento fundamental en una mesa
-
Cuando asistimos a una celebración, por ejemplo un banquete de boda, puede que conozcamos a alguno de los camareros. ¿Podemos hablar con ellos?
-
Los días de lluvia, como los de sol, andando por la calle es normal que nos encontremos con otras personas conocidas que llevan una paraguas abierto como nosotros. ¿Qué debemos hacer?
-
El saludo, algunas veces es acompañado de otro tipo de contacto además del de las manos
-
Ser educado, en muchos casos, consiste en respetar no solo unas normas, también hay que respetar ciertas costumbres o tradiciones que son seguidas por muchas personas. Una de estas costumbres es la hora de la siesta
-
Un conocimiento tan básico y útil como el uso de los cubiertos debe enseñarse a los niños lo antes posible
-
El uso del transporte público obedece más a criterios funcionales que a criterios de cortesía, sin perder las buenas formas, por supuesto
-
La duración de una fiesta debe ser la que estimen oportuna los anfitriones, con el debido respeto a los invitados que participan en ella
-
La mayoría de las visitas son más informales y menos protocolarias que las que se hacían en tiempos pasados. No obstante, es apropiado corresponder a la visitas cuando sea conveniente