
Obligaciones del hombre. Obligaciones respecto de nosotros mismos.
La obligaciones que todo hombre de bien tiene para consigo mismo.
Obligaciones respecto de nosotros mismos.
Estamos compuestos de dos substancias, una espiritual, que es el alma, y otra material, que es el cuerpo.
El alma es la más noble de las dos substancias; como que es la que piensa, la que quiere, la que dirige todas nuestras acciones, y la que siendo por su naturaleza inmortal, ha de durar eternamente.
El cuerpo es la substancia menos noble, como que está sujeto a mil imperfecciones, a mil males, y últimamente a la corrupción y a la muerte.
De estos antecedentes se infiere que debemos cuidar principalmente del alma, y procurar mejorarla cada día, como que es la parte más excelente de nosotros mismos.
E igualmente se sigue de ellos, que tampoco debemos omitir el cuidado del cuerpo para conservarlo, y hacerlo cada vez más apto para el servicio del alma.
Cuidado que debemos tener del alma.
El alma es una substancia espiritual, sencilla e indivisible, enteramente diversa del cuerpo: por esta razón no puede verse ni tocarse; pero sabemos que habita en nosotros, porque es la que piensa, y la que quiere en nuestro interior.
Tres son las principales facultades, o potencias que distinguimos en el alma; es a saber, entendimiento, memoria y voluntad.
El entendimiento es el que en nosotros adquiere los varios conocimientos de las cosas, el que juzga y el que raciocina.
La memoria es la que nos hace acordar de las cosas pasadas.
La voluntad es la que nos determina a hacer, o no hacer alguna cosa, o escoger ésta, o a dejar aquella.
Debemos pues procurar perfeccionar, en cuanto sea posible, estas tres potencias, y tirar a hacer de ellas el mejor uso que sea dable.
-
6228
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
Cuando a alguno de nuestros deudos o amigos le haya sobrevenido una desgracia, le manifestaremos la parte que en la misma nos tomamos.
-
La moda no está exenta de inconvenientes, porque ninguna cosa humana deja de tenerlos.
-
No hay cosa tan delicada como el carácter moral, y en nada debe ser uno tan interesado como en conservarle puro.
-
Una persona educada debe minimizar los defectos de los demás, bien ignorándolos o bien haciendo ver que carecen de importancia
-
CAP.06. La comida de Don Quijote en casa de los Duques (cuento de Sancho Panza).
-
Dice el Sabio que hay un tiempo para reír, y es precisamente el tiempo que sigue a las comidas.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Educar a los hijos no es una tarea fácil, Requiere constancia y tesón, aunque sea más sencillo dejarles hacer lo que quieran.
-
La forma correcta de sentarse frente a otras personas, de estar en pie y de andar por la calle.
-
Líneas recogidas del Manuscrito Regius en el que nos relata de forma breve todo un manual de buenas maneras
-
Al dirigirnos a una persona de respeto o con la cual no tenemos mucha familiaridad, en vez del ponombre "yo" se dice un "servidor de Vd."