Antología sobre la cortesía. Los mejores pensamientos sobre la cortesía
Según la educación de las personas que conocemos, de unas deseamos la presencia y de otras deseamos la ausencia
Noel C.C.
Facebook
Twitter
Google+
EMail
Enviar por Correo
Cortesía. Ceder el paso Contracto UK
Pensamientos sobre la cortesía y los buenos modales
Antología sobre la cortesía
Las reglas básicas de la cortesía son muy sencillas:
- Alabar siempre lo bueno de los otros, suprimir los reproches, darle importancia a los demás y prestarles atención.
- Citar siempre errores propios antes de referirte a los ajenos, así nunca parecerá que presumes de tus virtudes.
- Según la educación de las personas que conocemos, de unas deseamos la presencia y de otras deseamos la ausencia.
- Tratando con los demás, hay ciertos momentos de emoción. Para convertirlos en cortesía solo hace falta que sepamos expresar con palabras esa emoción.
Cuestiones sobre la urbanidad. Cuando por la calle encontremos a un sujeto conocido, ¿de qué modo le saludaremos? Siempre que Vd. vaya en compañía de una persona superior, ¿qué practicará? ¿Cuál es el sitio de mayor consideración cuando se va caminando
Máximas relativas al decoro. En vano nuestro amor propio se esfuerza por traspasar los límites que ha prescrito la sana moral. El decoro le opone una barrera, y detiene sus movimientos impetuosos. La base del verdadero decoro es guardar en todas nuestras
De los vestidos: su orden, elección y número. Sucede con los vestidos lo que con las demás cosas: la buena colocación y la limpieza son las principales condiciones de su conservación , habiéndose observado que las mujeres menos ricas y las más moderadas
La urbanidad y la cortesía. Es cosa llamativa que la mayoría de los cristianos sólo consideran la urbanidad y la cortesía como una cualidad puramente humana y mundana, y no piensan en elevar su espíritu más arriba. No la consideran como virtud que guarda
Querer ser perfectos. El anhelo irrefrenable y ciego hacia la perfección Aquella urbanidad Frecuentemente , tal vez con demasiada frecuencia, encontramos, en el mundo de nuestros conocimientos y en la esfera de nuestras relaciones , amigas inteligentes
El Padre. - Ya estáis enterados de los deberes que prescriben al hombre la moral y la virtud; resta hablaros de las reglas de urbanidad, para saber conduciros en la sociedad conforme al uso establecido. Lo que voy a enseñaros es el arte de haceros agradables
Religión. Los errores y engaños , en materia de opiniones, si son sinceros merecen lástima antes que mofa; porque la ceguedad del entendimiento no es menos digna de compasión que la de los ojos. Al hombre que se desvía de la senda, hacia el uno o el otro
Un día en el campo. La mayor parte de los habitantes de una capital gustan del campo, y se entregan con placer a él después de las ocupaciones respectivas de cada clase. No hablaremos aquí de la vida propiamente aldeana o del que vive continuamente en