Antología sobre la cortesía. Los mejores pensamientos sobre la cortesía
Según la educación de las personas que conocemos, de unas deseamos la presencia y de otras deseamos la ausencia
Noel C.C.
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Cortesía. Ceder el paso Contracto UK
Pensamientos sobre la cortesía y los buenos modales
Antología sobre la cortesía
Las reglas básicas de la cortesía son muy sencillas:
- Alabar siempre lo bueno de los otros, suprimir los reproches, darle importancia a los demás y prestarles atención.
- Citar siempre errores propios antes de referirte a los ajenos, así nunca parecerá que presumes de tus virtudes.
- Según la educación de las personas que conocemos, de unas deseamos la presencia y de otras deseamos la ausencia.
- Tratando con los demás, hay ciertos momentos de emoción. Para convertirlos en cortesía solo hace falta que sepamos expresar con palabras esa emoción.
La escuela y el hogar eran los otros ámbitos en los que resultaba apropiado un silencio, quizá no tan drástico como el del templo, pero sí con escasísimas excepciones
El hombre necesita vivir en sociedad, porque sin la cooperación de todos, ninguno podría conseguir ese conjunto de cosas útiles que hacen agradable la existencia
Al saludar a alguien hay que tomar el sombrero con la mano derecha, quitarle enteramente de encima de la cabeza y, de modo que sea cortés, extender el brazo hasta abajo
No hay obligación de saber que los tapices llamados de los Gobelinos fueron y son muy estimados; pero sí hay obligación de no confundir a los Gobelinos con el partido político de los Gibelinos...
Las personas ignorantes en materia de educación creen que la franqueza las autoriza para usar entre su familia palabras y acciones verdaderamente indecorosas. No siempre la confianza debe ir ligada a la franqueza total
La bondad constante e ilustrada unida a la severidad variable, esto es, creciente o decreciente según aumentan o disminuyen la docilidad del hijo o la malignidad de su ánimo.
Las mujeres debían guardar mayor decoro verbal que los hombres, a buen seguro porque ellas eran las depositarias por antonomasia del decoro en sí mismo