Aprender a perder. El éxito y el fracaso (con vídeo)
Aprender a perder es importante porque nos ayuda a manejar, no solo esa pérdida sino las emociones que nos genera el hecho de perder

protocolo.org - foto base FP Pro
¿Perder es lo mismo que fracasar? ¿Confundimos el éxito con el prestigio o la fama?
En la vida es imprescindible aprender a competir y a desarrollar habilidades competitivas. Todos queremos 'ganar' tanto en ámbito personal como en la esfera de lo social o profesional. Pero, perder tampoco es malo, si sabemos cómo gestionar los sentimientos que genera esa pérdida, afirma Santiago.
Aprendiendo a perder. Las dos caras de la vida
La vida tiene dos caras. Cuando aceptamos la posibilidad de perder, cuando no nos abruma esa posibilidad, entonces tenemos muchas más posibilidades de ganar. Porque entonces, la opción de perder, no nos intimida ni paraliza.
La pérdida no se tiene que convertir en un tabú. Perdemos relaciones, perdemos amigos, perdemos cosas materiales... y en última instancia, perdemos la vida. Por esta razón, debemos aprender a convivir y a aceptar las 'pérdidas'.
Es normal que tengamos el deseo de ganar, pero debemos aprender a aceptar o valorar la posibilidad de perder. Hay personas que se bloquean antes de un partido, una reunión de negocios, una entrevista de trabajo, etcétera porque les produce angustia la posibilidad de perder.
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El problema, en la mayor parte de los casos, no es perder. El problema son las emociones 'adheridas' a la experiencia de perder.
Es mejor no pensar en ganar o perder, sino pensar en el proceso, afirma Santiago. Tenemos que pensar en jugar mejor o hacer lo que hagamos mejor que los demás.
Un problema que puede surgir, es que en una sociedad tan competitiva la derrota o el perder se puede convertir en un estigma. Como decía Rudyard Kipling: "el triunfo y la derrota, son dos impostores". Por esta razón, tanto a la derrota como a la victoria, hay que saber valorarlas en su justa medida.
¿Qué hacer con la victoria y con la derrota?
Cuando ganamos nos 'venimos arriba' y crece nuestro ego. Cuando perdemos, nos suele ocurrir todo lo contrario. Nos desanimamos y crece nuestra inseguridad, aumentan nuestros 'miedos'. Incluso, tenemos emociones negativas. Solemos confundir un error o una pérdida con una identidad: soy un fracasado. Y esto, es falso. Este pensamiento puede empezar a generar una especie de hostigamiento interno que nos aporta emociones negativas y nos resta seguridad. No tenemos futuro, no valgo para esto, etcétera. No debemos caer en este 'auto fustigamiento'.
Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE, doctor en sociología y master en dirección de empresas, visita el plató del maravilloso programa divulgativo de RTVE "Para todos la 2" para hablarnos del éxito y del fracaso. Cómo gestionar cuando perdemos. Aprender, en definitiva, a perder y a gestionar las emociones que suelen causar las 'pérdidas'.
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