Respeto a uno mismo. Respeto personal. Respeto profesional. Aprender a respetarse a sí mismo (con vídeo)
El respeto tiene mucho que ver con el tema de los valores y las actitudes que los demás tienen y que nosotros 'valoramos' a la hora de saber si una persona, para nosotros, nos merece un respeto
El respeto social, el respeto profesional y el respeto a uno mismo
Aprender a respetarse a uno mismo para que los demás nos respeten
Hay dos clases de respeto. El respeto profesional y el respeto personal. No tienen por qué ser compartidos. Es decir, puedes respetar a una persona profesionalmente, pero no personalmente.
Patricia pone como ejemplo al actor Mel Gibson. Le parece un buen actor, un buen profesional, pero en sus declaraciones personales sobre las mujeres ya no las comparte, y le genera un rechazo.
¿Por qué respetamos a la gente?
Tiene mucho que ver con los valores, con aquellos comportamientos que son dignos de admiración. Valores tales como la generosidad, el altruismo, el esfuerzo, el trabajo, el talento, etcétera.
Solemos admirar y respetar habilidades y talentos que nosotros no tenemos. O al menos, que no los tenemos tan desarrollados como esas personas a las que respetamos.
¿Qué debemos hacer para que nos respeten?
1. Entrenar las habilidades sociales. Las personas que carecen de estas habilidades sociales no suelen ser muy aceptadas o respetadas. No se relacionan bien con los demás, lo que puede llevar a este distanciamiento de los demás.
Te puede interesar: Privacidad. Respetar las cosas de los demás
2. Tener claros los límites. Debemos aprender de decir no, a rechazar otros planes, propuestas o invitaciones. No hay que confundir con el egoísmo. Pero, si debemos priorizar haciendo primero aquello que nos llena y hace que nuestra vida sea más plena. No debemos actuar siempre para complacer a los demás. No debemos renunciar a las cosas que nos importan. Las personas tan sumisas o poco asertivas no suelen ser muy respetadas.
3. Aceptarse y valorarse. La base del respeto empieza por uno mismo. Si nosotros mismos no nos valoramos, es difícil que los demás lo hagan. Debemos hablar de nosotros mismos en términos positivos. Tampoco es bueno estarse comparando todo el día con los demás. Y mucho menos, compararnos en las carencias que tenemos.
4. Ser coherente. Debemos hacer lo mismo que decimos y pensamos. Debemos comportarnos de forma coherente cuando tenemos o expresamos unas ideas, pero actuamos de forma contraria a estas ideas.
5. Dedicarse tiempo a uno mismo. Todo el mundo necesita su tiempo. Da lo mismo tener mucho trabajo, tener hijos, o cualquier otro tipo de obligaciones. Tenemos que buscar un tiempo para nosotros porque como comentamos antes, no debemos renunciar a cosas importantes para nosotros.
6. Practicar el optimismo. Hablar en términos positivos de nosotros y de los demás, genera respeto. Un optimista transmite confianza, transmite fuerza, transmite energía.
7. Bajar las exigencias. No al perfeccionismo. No quiere decir que perdamos la ambición. Pero tampoco debemos buscar la perfección que puede llevarnos a la insatisfacción. Como muchas cosas, es casi imposible que sean perfectas, nos podemos sentir fracasados y eso es malo para nuestra autoestima y nuestra confianza.
8. Aceptar los elogios. Alguno nos merecemos. Cuando nos hacen algún elogio es bueno saber aceptarlo. Cuando son merecidos, sin ser exagerados, es una forma de hacernos valer y de que los demás nos valoren.
9. Evitar las conductas extravagantes. Las apariencias extravagantes pueden poner en peligro el respeto. Una imagen extravagante puede desviar o malinterpretar un buen talento o unas buenas habilidades.
Patricia Ramírez Loeffler, colaboradora habitual del estupendo programa de RTVE "Para todos la 2" nos ofrece una serie de consejos sobre cómo podemos respetarnos a nosotros mismo y a los demás.
El respeto por uno mismo, saber reconocerse y valorarse
Respeto por uno mismo y por los demás
El respeto es la base fundamental de la convivencia. Pero no solo con los demás, sino que también hay que aprender a respetarse a uno mismo.
Relación entre autoestima y respeto
Podemos decir que son hermanos. No puede existir uno sin el otro. Una persona con un alta autoestima tiene un gran respeto por sí mismo.
Las personas que tienen una baja autoestima, puede que no hayan aprendido o les hayan enseñado a valorarse bien.
La doctora en psicología, Laura Rojas-Marcos, colaboradora habitual del estupendo programa de RTVE "La aventura del saber", nos ofrece una amena e interesante entrevista sobre el tema del respeto por uno mismo y el respeto por los demás.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La relaciones escolares cada vez son más complicadas, tanto con los alumnos como con los profesores. La 'libertad' mal entendida puede generar muchos conflictos que deben resolverse antes de que pasen a mayores
-
Los codos fuera de la mesa ¿Por qué no debemos poner los codos en la mesa mientras estamos comiendo?
Poner los codos sobre la mesa cuando se está comiendo está considerado un gesto de mala educación. ¿Por qué? -
Cóctel o aperitivo ofrecido en inauguraciones de exposiciones y otros actos culturales
-
Una forma de mejorar nuestras relaciones sociales y personales es mediante el establecimiento de un 'código' o de unas reglas que todos debemos tratar de cumplir
-
Cuando estamos hablando con otra persona hay que tratar de mirarla a la cara, de prestarle atención
-
Hay expertos que opinan que las personas que 'crean' o difunden cotilleos malos lo que hacen es desahogarse y descargar su agresividad
-
-
El funeral civil o sepelio laico está empezando a tomar auge entre las personas que no desean un oficio religioso el día de su muerte
-
Las personas hablan entre ellas para expresar sus pensamientos de una forma comprensible para ambas partes, utilizando la conversación como herramienta de comunicación
-
Es habitual encontrarnos, en muchos espacios abiertos, perros paseando con sus dueños, tanto sujetos por su correa como sueltos.
-
Algunas personas nacen con una genética que les hace tender a inhibirse socialmente. En cambio, otras, son todo lo contrario y les encanta relacionarse con los demás
-
Vivimos sumidos en la inmediatez usando los nuevos medios de comunicación que nos han proporcionado las nuevas tecnologías