Convivir y compartir. El valor de la generosidad
Ayudar a los demás, cooperar o compartir lo que tenemos son actitudes que ayudan a que la vida familiar y social sean mejores y más agradables
Cómo lograr que los niños aprendan a compartir y a ser generosos
Es importante que los padres enseñen a sus hijos a que realicen actos de generosidad y a cooperación. Motivar a nuestros hijos a compartir un juguete o sus galletas; pero que el pequeño adopte esta conducta es importante que reciba comentarios positivos: "Qué bien, le diste tus dulce a Paola", "Mira, qué bueno, le dejaste tu triciclo a Carlitos". Para un pequeño la mejor aprobación es la de sus padres, así que festeja siempre sus actos de generosidad. Es una forma de propiciar sus buenos modales y su generosidad.
Sugerencias para ser generosos y espléndidos
Algunos consejos de utilidad para hacer del niño una persona generosa y espléndida:
1. Mantener la calma. Una virtud como la generosidad no se puede transmitir a "gritos o sombrerazos". Es mejor establecer una regla y decir claramente a tu hijo lo que esperas de él. Tu hijo aprenderá poco a poco. Ten paciencia.
2. Ser realista. Observa a tu hijo y no esperes más de lo que su edad, sus habilidades y su temperamento le permiten hacer. Si eres muy exigente, solo lograrás que él se sienta frustrado y enojado. Aprende a apreciar y celebrar sus pequeños esfuerzos.
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3. Gratifica a tu hijo. Muestra con tu tono de voz, con tus palabras y con tus actitudes cuánto aprecias su ayuda; qué feliz te hace con un pequeño obsequio que te regala, o qué orgullosa te sientes cuando él respeta su turno o es generoso con algún amiguito. Para tu hijo esa será una muy buena motivación.
4. Juega a los "duendecitos". Cada quien debe hacer algo bueno por otra persona, sin que ésta se dé cuenta. Por ejemplo: recoger el periódico por la mañana para llevárselo a papá, guardar los juguetes en su lugar para que no tenga que hacerlo o poner la mesa. Es importante que la persona favorecida muestre su aprecio.
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