Urbanidad y respeto para los padres.
Respeto, comportamiento y trato urbano del niño con sus padres.
Urbanidad y respeto para los padres.
¿De qué modo será Vd. urbano con sus padres?
En el trato con mis padres usaré de respeto y de amor, mostrándoles siempre mi disposición a obedecer sus mandatos.
¿Ejercerá Vd. con sus padres algún acto particular de urbanidad?
A mis padres les besaré la mano al levantarme de la cama, al acabar la comida, al acostarme, y siempre que los encuentre fuera de casa.
Al llegar a casa, ¿saludará Vd. a sus padres?
También se la besaré al llegar a casa, preguntándoles por el estado de su salud.
¿Y después de esto se separará Vd. de ellos?
Nunca me alejaré del lado de mis padres sin preguntarles antes si tienen alguna cosa que mandarme.
¿Saldrá Vd. de casa sin decírselo?
El hijo que sale de casa sin permiso de sus padres no solo no es urbano, sino que falta a su obligación.
¿Será Vd. importuno en las demandas que les dirija?
Si con el debido respeto solicito alguna cosa de mis padres, me conformaré al punto con su negativa, cuando no gusten de acceder a mi demanda.
-
16243
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cómo escribir una carta y qué tratamiento debe utilizar la niña en cada ocasión.
-
Una Madreselva, puedo ofrecerte un tesoro, porque escondo en mi seno los lazos del amor
-
Cartas para dar enhorabuenas, hacer felicitaciones o conceder elogios merecidos.
-
Los postres dulces se sirven enteros en su mayoría. Las frutas depende, unas enteras, otras troceadas y otras acompañadas de algún dulce
-
La mesura y la prudencia son dos cualidades importantes que debe tener una persona educada.
-
Los tratamientos correspondientes y debidos a las jerarquías civil, militar y eclesiástica.
-
Por qué unas personas nos gustan más que otras, teniendo igual o mayor mérito, hallaremos que la razón es porque los primeros tienen cierta gracia que no tienen los últimos
-
Del arte de trinchar, y del servicio de la mesa. Disección de las aves.
-
La urbanidad no consiente que se tenga nada en la boca, ni permite tener algo entre los labios o los dientes.
-
La ridiculez de las modas, bien puede recordarse el uso de llevar una calceta o una pierna de un color y la otra de color distinto.
-
Deberes respectivos entre las preceptores y los padres de sus alumnos. Entre los jefes de oficinas públicas y las personas que entran en ellas.
-
Educando se instruye; instruyendo se educa; es, por tanto, muy difícil señalar la línea divisoria entre la educación y la instrucción