Urbanidad en las conversaciones y en el paseo.
Las conversaciones, alabanzas y los paseos a pie o en coche.

Urbanidad en las conversaciones y en el paseo.
¿Tomará Vd. parte en una conversación en que se zahiera al que le ha ofendido a Vd.?
La generosidad y la nobleza de alma exigen que defienda a aquel de quien estoy resentido, si se le acusa falsamente, y deberé callar si creo que es cierto lo que de él se dice.
¿Oirá Vd. con gusto sus propias alabanzas?
Como los elogios son un premio de nuestra buena conducta y de nuestra aplicación, naturalmente nos son gratos; mas lejos de engreirnos hemos de manifestar que no somos acreedores a ellos.
Y, ¿lo hará Vd. con orgullo?
En tales casos hablaré con modestia pues así como ésta es la principal dote de un niño el orgullo es un vicio que empaña todas nuestras buenas cualidades.
Si va Vd. con superiores, ¿dónde se colocará?
Por la calle tomaré la izquierda de la persona con quien vaya, a no ser que la acera esté en ese lado, en cuyo caso me colocaré a la derecha.
En el coche, ¿qué lugar ocupará Vd.?
El centro es el primer lugar cuando van juntas tres personas, y el niño urbano debe siempre elegir para sí el lado izquierdo.
¿Qué lugar dará Vd. a la persona más autorizada, si son Vds. más de dos los que pasean?
En los coches tomaré la izquierda al vidrio, porque los lugares preferentes son la derecha y la izquierda de la testera, y luego la derecha y la izquierda al vidrio.
-
16356

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
Las actividades de las señoras en sociedad. Los elogios que recben de los caballeros.
-
Los jueces reales llegaban a tal exceso de venalidad en Inglaterra, que en 1229 fueron acusados criminalmente y declarados culpables y condenados a multas proporcionadas a sus delitos.
-
La urbanidad es una parte esencialísima de la buena educación, y contribuye mucho a hacernos amables a nuestros semejantes
-
Es una regla importante de urbanidad el someternos estrictamente a los usos de etiqueta que encontremos establecidos en los diferentes pueblos que visitemos
-
Considerando la mesa como un sitio de placer, no debe invitarse nada más que a personas gratas.
-
Educando se instruye; instruyendo se educa; es, por tanto, muy difícil señalar la línea divisoria entre la educación y la instrucción
-
La forma correcta de sentarse frente a otras personas, de estar en pie y de andar por la calle.
-
Sobre el modo de trinchar y servir la mesa, reglas a observar.
-
Expresiones proverbiales y dichos comunes son las flores de la retórica usadas por un hombre vulgar.
-
Las teorías filosóficas mal digeridas y las extravagancias literarias de algunos autores desequilibrados, necios o eunucos de ingenio, les torcieron el camino a muchas personas.
-
Todo lo más principal que tenga que deciros acerca de la urbanidad se comprenderá en veinticuatro horas, al fin de las cuales vuelve a repetirse la misma tarea de trabajo y descanso.


