
Cartas gratulatorias.
Cartas para dar enhorabuenas, hacer felicitaciones o conceder elogios merecidos.
Cartas gratulatorias.
Por cartas gratulatorias debe entenderse todas aquellas en que se dan enhorabuenas o se felicita a uno por algún motivo particular de ascenso, de matrimonio, de nacimiento, o alguna causa de satisfacción y gozo. Así pues, como en otras se manifiesta tomar parte en las penas del doliente, en estas se demuestra haber cabido al que escribe parte en los gustos del felicitado.
Por lo regular suelen ser breves estas cartas, y en las más de ellas van mezcladas con los parabienes las lisonjas; y pueden éstas a veces degenerar en adulación, sino son justamente merecidas, o son superiores al mérito del sujeto a quien se dirigen. Por consiguiente, es menester usarlas con una circunspecta parsimonia, pues de lo contrario recaerán en mengua y descrédito del que escribe, y pueden ofender la modestia del otro. No empero debe faltarse a aquellas expresiones que están ya admitidas por el uso, y que echaría de menos el amor propio del que recibe el parabien en ciertos casos.
Apenas pueden darse reglas ciertas en este punto, ni podrán para ello servir los modelos que aquí se presenten, porque siendo muchos de ellos dirigidos a personas que no se conocen, no puede por el mérito de éstas juzgarse si son justos elogios, o bien adulaciones bajas.
-
17353
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Suele ser el escollo donde se estrellan las personas de talento, la piedra de toque de los caracteres de cada uno, y en la conversación es en donde se conoce a un hombre bien educado.
-
Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
-
Es de mala impresión ver a uno con mucha barba, excepto a los que se la arreglan bien y a menudo.
-
¿Cómo podríamos concebir la grandeza de Dios sin detenernos con una mirada inteligente a contemplar la magnificencia de sus obras, y a admirar en el espectáculo de la naturaleza todos los portentos y maravillas que se ocultan a la ignorancia?
-
Las nuevas amistades o conocimientos pueden ser merecedores de nuestra confianza, no hay para qué negarlo; pero lo discreto, lo lógico, es que nos tomemos tiempo para comprobarlo
-
La obra, pues, que vamos a presentar al público se compondrá de cuanto pertenece al modo de presentarse y de conducirse en el mundo.
-
Actos inurbanos o molestos a los presentes.
-
El niño es sumamente sensible y tan activo que representa el movimiento continuo.
-
Ser bien educado en las relaciones con los demás es algo que debe aprender un niño en cuanto empieza a compartir su tiempo con otras personas
-
No hagas a otro lo que no quisieras que otro te hiciera a tí.
-
El primero de nuestros deberes es amar la verdad y creer en ella.
-
Los males del alma, por lo que toca al entendimiento, son la ignorancia y el error