
Urbanidad en el aseo, juegos y diversiones
Debemos tener siempre mucha limpieza en la cara, ojos, narices y manos, ordenado el cabello
Adam Croft
Urbanidad en el aseo, juegos y diversiones
Aquella urbanidad
Del aseo y limpieza, especialmente en la mujer
Debemos tener siempre mucha limpieza en la cara, ojos, narices y manos, ordenado el cabello, y cortas y limpias las uñas.
Es preciso cuidar para tener siempre la dentadura limpia; con tanta más razón, cuanto que no hay cosa que más la eche a perder y que peor olor produzca en la boca que el descuido en esta parte.
Nuestros vestidos no han de tener manchas ni mugre, ni han de estar descosidos o rotos.
Ha de reinar el mayor aseo en toda la ropa, especialmente siendo blanca, como la camisa, vueltas, pechera, etc., teniendo cuidado de mudarla cuando se necesite.
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
Las calcetas, medias y zapatos han de estar limpios de polvo y de lodo, sin agujeros ni puntos, y se han de mudar a menudo, principalmente en verano, para evitar el mal olor del sudor.
Nada en suma debe notarse en nuestra persona, ni en lo que llevamos encima, que ofenda la vista o el olfato de los demás.
De los juegos y diversiones
Los juegos y diversiones han de tener por único objeto la distracción o ejercicio físico, moral o intelectual, no usando nunca de aquellos juegos o distracciones prohibidas por el Código penal y entre personas bien educadas.
No debemos mostrarnos jamás resentidos ni incomodados por perder.
Evitar utilizar cualquier tipo de artimaña o argucia que puedan quebrar las reglas de un juego.
-
18318
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Parece a primera vista que nuestras pasiones y vicios deben dañar solamente a nosotros mismos; pero al mismo tiempo que nos depravan, son funestos a los que nos rodean.
-
El niño es sumamente sensible y tan activo que representa el movimiento continuo.
-
La salutación es la piedra de toque del buen gusto. Hay mil maneras de saludar según las personas a quienes se saluda.
-
En una visita el tiempo se nos antoja más breve o más prolongado, según que nos cautive o nos enoje la conversación de la persona que nos recibe o a la que hemos recibido
-
La atención y el respeto en el café, al entrar y al salir.
-
Una parte fundamental de la imagen, además del vestuario, es la higiene y el aseo personal.
-
Los colores vivos deben usarse con gran cuidado y precaución, o renunciar a ellos si no se confía en saberlos combinar sabia y artísticamente.
-
Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
-
Las niñas no hacen visitas ni las reciben, sino que asisten a ellas acompañando a su mamá, a su papá u otra persona de su familia.
-
Cuando vivimos en medio de este desorden, perdemos miserablemente el tiempo en buscar los objetos que necesitamos, los cuales no podemos hallar nunca prontamente.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Cesados los peligros de las bellas, ya no fue necesario para ser admitido en estas tertulias, haber roto muchas lanzas en honor de una princesa o de una dama.