
Las tertulias y encuentros musicales.
Las tertulias y encuentros amenizados por un músico u orquesta.
Las tertulias y encuentros musicales.
¿Qué debe hacer un músico que estando en una reunión con personas conocidas, le rueguen que se sirva tocar alguna pieza?
Siempre que un músico se halle
con personas conocidas
en una casa, y le rueguen
que tocar algo se sirva,
primero debe excusarse;
diciendo que no sabría
tocar para complacerles
cual merecen y suplican;
pero luego ha de acceder,
sin aguardar que repitan
con porfía los demás
la súplica dicha arriba.
Al empezar se abstendrá
de afinar en demasía
su instrumento, porque es cosa
que cansa y siempre fastidia.
En cuanto le sea dable,
tocará con maestría
y siempre aquella tocata
o pieza que se le pida.
Empero si los demás
pieza alguna no le indican,
podrá tocar la que quiera
con tal que sea escogida.
Y las personas restantes de la reunión, ¿qué observarán?
Los demás, mientras el músico
tocará la cosa dicha,
se abstendrán de conversar
y de cuanto dar podría
indicios de que la pieza
o el músico les fastidia.
Lo que si deben hacer,
pues lo exige la política,
es guardar mucha atención
y manifestar que estiman
la mucha condescendencia
que aquel les dispensarla;
debiendo después, por ella,
darle gracias expresivas.
-
16500
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los jóvenes deben aprender a comportarse en la mesa, sobre todo cuando la comparten con personas adultas
-
Es preciso dejar tiempo al novio para que exprese a sus futuros suegros sus sentimientos de gratitud y de satisfacción
-
La risa parece el producto de las dos sensaciones unidas, sorpresa y placer, movidas por un ligero contraste o por una finísima analogía.
-
Es tan natural en el hombre la tendencia a ensalzarse a sí mismo y a deprimir a los otros, que casi sin notarlo y sin ánimo resuelto de ofender mortificamos el amor propio de los demás.
-
Primeramente es menester que amemos a nuestros padres más que a nosotros mismos.
-
En las visitas que se realizan hay que procurar no hacerlas demasiado largas; eso, de ordinario, resulta molesto o incómodo para los demás.
-
Los que llegan una hora o dos antes el tiempo prefijado para la comida, lo trastornan todo en una casa.
-
El arte de trinchar fue mirado por nuestros antepasados como tan esencial que era, entre las personas bien educadas, una cualidad indispensable
-
Los antiguos tenían la costumbre de dedicar sus obras a aquellos amigos a cuyas instancias debían sus diversos ensayos.
-
Distinción general, entre sexos, al dirigirse a Dios y en el templo.
-
La misma vanidad que nos deslumbra y arrastra a mil extravagancias, y aun locuras, es la que destruye y disuelve el logro de nuestras mismas ideas.
-
Antiguamente se dejaba siempre una márgen de dos o tres dedos; pero en el día solo se conserva esta cortesía con las personas superiores...