Buen comportamiento a la hora comer
La hora de la comida es muy importante porque sirve para comprobar si los niños están bien educados
Buenos modales a la hora comer
Los manuales de urbanidad y cortesía ofrecían una serie de normas y recomendaciones que buscaban fomentar la cortesía y el respeto hacia los demás. También buscaban cómo enseñar a los niños a comportarse adecuadamente en la mesa.
Aunque algunas de estas normas pueden parecer anticuadas hoy en día, muchas de ellas siguen siendo relevantes y pueden ser útiles para enseñar a los niños buenos modales y etiqueta en la mesa.
Si nos preguntan cuál es el plato que preferimos, contestaremos: "el que usted guste", procurando vencer la repugnancia que quizá tuviésemos al manjar que nos sirven; "esto no me gusta; yo no como de tal cosa", lo aceptaremos, y después de hacer una demostración de probarlo, entregaremos con disimulo el plato a uno de los criados, o lo tendremos delante hasta que lo muden.
Si al tomar nosotros chocolate o al estar comiendo viniese alguien a vernos, le convidaremos diciendo: "¿quiere usted acompañarme? o ¿gusta usted repetir?", en caso de respondernos que lo ha hecho ya. Si por el contrario, fuésemos los invitados, responderemos: "gracias, buen provecho, o que le sirva de salud".
Es importante y necesario que en la mesa se mantengan ciertas fórmulas de cortesía para hacer más agradable una comida.
-
13076
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No dependen las perfecciones de un solo agrado: tantos son los gustos como los rostros, y tan varios.
-
Los modales en la mesa son como los cubiertos, hay que saberlos utilizar de forma correcta.
-
Los mejores libros, considerándolos desde el punto de vista que nos ocupa, son indudablemente los libros de viajes.
-
Dirigir un escrito a una personalidad o autoridad requiere conocer ciertas reglas de cortesía que deben seguirse
-
El reloj se lleva en el bolsillo del chaleco metido en una cadena de oro.
-
En los siglos VI, VII y VIII, la embriaguez llegó en algunos puntos a tal altura, que una ley lombarda ordenó que los jueces no fuesen al tribunal sino en ayunas.
-
Siempre la juventud, en los pueblos, se ha divertido a sus anchas y pocas veces en sus juegos se han lamentado percances de importancia.
-
Burlarse de un anciano es lo mismo que atropellarle, insultarle, y como el ofendido carece de fuerza para pedir satisfacción, resulta que el opresor es un cobarde
-
La moderación es la reguladora de los modales exteriores así en el hombre como en la mujer; pero ésta debe cuidar de precaverse contra aquella excesiva suavidad que la haría parecer melindrosa o encogida.
-
Se puede ser cortés sin ser falso e importuno; y galante, sin ser adulador.
-
Dice el Sabio que hay un tiempo para reír, y es precisamente el tiempo que sigue a las comidas.
-
La sospecha de desacierto en el que ejecuta es evidencia ya en el que mira, y más si fuere émulo