Cómo empezar una conversación. De qué hablar (con vídeo)
En muchas conversaciones que tenemos a lo largo del día lo más importante es la relación; el vínculo comunicativo que se crea entre dos personas
Sugerencias para hacer más fácil empezar una conversación
Cuando vamos a una fiesta, a un congreso, a un acto... es habitual encontrarnos con muchas personas desconocidas con las que no sabemos de qué hablar. Al no conocer su profesión, sus gustos, sus hobbies se complica un poco más 'adivinar' sobre qué tema se puede hablar.
Teresa, afirma, que entablar una conversación es como empezar a bailar. Primero nos acercamos, después hay una interacción -saludos y presentaciones- y al final hay una despedida para terminar la conversación. El 'ritual' exige que haya una interacción mutua, sin la cual no se puede establecer una conversación -bailar-.
Estas conversaciones breves, que los anglosajones llaman 'small talks', sirven para establecer una rápida comunicación entre dos personas, sin que el tema tenga por qué ser lo más importante. Lo más importante en estos casos es crear ese vínculo o establecer ese contacto.
¿Hablar por hablar? ¿Hablamos del tiempo?
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En muchas conversaciones que tenemos a lo largo del día lo más importante es la relación; el vínculo comunicativo que se crea entre dos personas. Sin estas conversaciones 'intranscendentes' no se puede llegar a relaciones y conversaciones más 'profundas'.
Los temas triviales, como el tiempo, pueden ser una puerta de acceso para establecer un contacto inicial.
Consejos para saber de qué podemos hablar
1. Actividad. Sobre todo en el ámbito laboral, cuando se comparte una profesión o una actividad, suele ser más sencillo tener un tema de conversación común.
2. Entorno. Si observamos a nuestro alrededor, se pueden sacar algunos de estos temas triviales que ayudan a empezar una conversación. Por ejemplo, la calidad del café de la máquina de café, el mal funcionamiento del aire acondicionado, las nuevas sillas que han puesto en la oficina o en una consulta, etcétera.
3. Persona. Observar a la otra persona y poder sacar un tema -siempre agradable y positivo- sobre su vestuario, su pelo o alguna otra característica personal. Un halago, un elogio... a nadie le desagrada. Pero siempre siendo prudentes y no empalagosos. También se le puede hacer alguna pregunta -no personal- sobre alguno de sus gustos o aficiones.
Un buen conversador no nace, se hace. Todas estas habilidades se pueden entrenar y se pueden mejorar.
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Cómo entrenar tu habilidad para charlar
1. Cultivarse. Leer libros, ir al cine y al teatro... saber un poco sobre temas de cultura general. No hace falta ser un erudito, pero si tener unos conocimiento mínimos o básicos.
2. Informarse. Estar un poco al día en la actualidad. Ver algún informativo o noticiero, leer algún periódico...
3. Investigar. Antes de acudir a un acto, a un congreso, a una fiesta... 'investigar' para conocer mejor el entorno, los invitados o participantes que van a acudir, etcétera.
4. Preguntar. No tener miedo a preguntar. Siempre que haga con educación y con prudencia.
5. Interés común. Buscar temas de interés común, para que se pueda establecer una buena comunicación.
6. Ser agradable. Tener buenos modales y ser lo más agradables posible con todo el mundo.
7. Evitar monólogos. Una conversación no es un monólogo. Hay que dejar que participe la otra persona. Tampoco es correcto dar 'lecciones magistrales' por mucho que sepamos sobre un tema determinado.
8. Utilizar el gancho. Esta técnica consiste en ir enlazando temas a medida que avanza la conversación. Hay que 'enganchar' o saber enlazar unos temas con otros.
Teresa Baró, experta en comunicación no verbal y comunicación personal, colaboradora habitual del ameno programa de RTVE "A punto con la 2", nos ofrece unas cuantas claves para establecer y mantener una conversación con personas a las que acabamos de conocer.
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