Protocolo para hacer una bienvenida. Reglas de etiqueta y cortesía para recibir invitados o clientes
La bienvenida es una forma de recibir a los invitados o clientes con amabilidad y cordialidad. Un buen recibimiento es la mejor forma de comenzar una visita personal o profesional
Todos los invitados debe sentirse bienvenidos
Es muy importante recibir a los invitados o clientes con alegría, con amabilidad y con una sonrisa. De esta forma generamos actitudes positivas. El diccionario de la Real Academia Española que bienvenida o bienvenido es: "dicho de una persona o de una cosa, recibida con agrado o júbilo".
Cuando alguien entra por la puerta de nuestra casa o de nuestro negocio, algunas veces es posible que no sepamos qué hacer o decir. Una de las maneras más sencillas de dar la bienvenida a alguien es saludarle con una cálida sonrisa. El invitado o cliente tiene que notar que estamos encantados y agradecidos por su visita. Un recibimiento amable y cordial, es un estupendo comienzo para tener un grato encuentro y predispone positivamente a nuestros invitados o clientes.
Es muy importante tener en cuenta que la persona que recibe debe ser la primera en saludar. Debemos saludar antes de que nos salude la persona que llega. Si nos saludan primero, ya hemos sido descorteses con la persona que recibimos. Primero, saludoamos. El resto de gestos de cortesía vendrán después -ceder el paso, ofrecer un asiento, ofrecer algo para tomar o beber, etc.-. Dar la bienvenida a quien llega es un gesto de cortesía en todo el mundo.
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Aprender desde pequeños a relacionarnos
Desde que somos muy pequeños a todos nos enseñan a saludar. Saluda a este señor, saluda a esta señora. También nos enseñan a ser educados cuando viene una visita a casa. Pues, a pesar de todas estas enseñanzas, es curioso comprobar que, en algunas ocasiones, cuando se recibe a una visita o a un cliente, le tratamos como si fuese una molestia. Este comportamiento genera muy malas actitudes y predispone a un encuentro tenso y poco cordial.
Los buenos modales deben servir para recibir a todo el mundo con respeto y amabilidad. A tratar a todas las personas con igualdad. Da lo mismo que sea un amigo de nuestra familia que nos cae mal o un competidor de nuestro negocio. Saludar es un acto de cortesía que no debemos negarle a nadie. Puede resultar molesto e incómodo que alguien no salude a otra persona. Además, de ser un maleducado. Si se nos ha pasado saludar a alguien por un despiste o porque estamos un poco nerviosos, debemos ofrecer una disculpa.
Cuando una persona no se siente bienvenida, seguramente le darán ganas de irse por donde ha venido. Por este motivo, si nos saludamos de forma correcta a nuestras visitas o clientes con afecto y cortesía, estamos siendo poco educados y demostrando una gran falta de educación. Además, es muy posible que nuestro invitado/cliente se sienta incómodo.
En definitiva, el buen anfitrión tanto en el mundo de la empresa como en el ámbito social tiene el deber de recibir y dar la bienvenida a sus clientes o invitados de una forma apropiada, acorde a los usos y a las costumbres del lugar. Debe mostrarse amable y servicial, que no servil. Estar atento a las necesidades de los invitados para que estos se sientan cómodos y bien valorados.
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La educación y la elegancia no está en ofrecer más que los demás, sino en saber cómo ofrecerlo
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No es correcto abusar de la cortesía de los anfitriones y aprovechar su buena fe para evitar tomar platos que no le gustan sin tener ninguna razón importante para ello.
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Los anfitriones, en ocasiones, tienen que actuar como mediadores o diplomáticos con sus invitados si surgen situaciones incómodas o violentas
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La sonrisa, es la luz de nuestro rostro, la que nos abre muchas puertas, la que genera aptitudes positivas y la que nos alisa el camino para llegar a los demás
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Los anfitriones son los encargados hacer sentir a sus invitados como si estuvieran en su casa
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Solo en una visita muy informal nos podemos dar el lujo de preguntar si nos es permitido llevar alguna persona adicional.
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No hay nada más desagradable y que muestre tan poco tacto que la persona a la que se le habla no haga más que mirar hacia todas partes y parezca estar atenta de todo lo que ocurre alrededor
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Deben ser objeto, de selección según la naturaleza del acto y de la imagen que se desee presentar a un público determinado.
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El vestuario a lucir depende de lo que se indique en la correspondiente invitación
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Un buen anfitrión debe tener en cuenta ciertos aspectos básicos de cortesía, educación y comportamiento, para hacer sentirse cómodos a sus invitados
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Las invitaciones tienen que llevar un destinatario, es decir, a quién va dirigida esa invitación
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A la hora de los discursos, el anfitrión es el primero en dirigir la palabra, a los efectos de agradecer la asistencia, explicar los motivos del acto, presentar a los demás invitados