Los buenos modales no pasan de moda
Si en casa se piden las cosas "por favor" y se acostumbra a dar las "gracias", tu hijo seguramente los hará también
Tener buenos modales no es una cuestión de modas pasajeras
Las normas nos ayudan a proteger lo valioso
Muchas personas piensan que las normas y las reglas son solamente mecanismos de represión de nuestros deseos. Pero, ¿qué tal si lo vemos de otra manera? En su origen las normas se inventan para proteger lo que se considera valioso. Así, por ejemplo: "No matarás", está defendiendo el valor de la vida; "No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti", está defendiendo el valor del respeto a los demás. Así podemos encontrar que cada regla o norma va enfocada a proteger algo que se considera valioso.
A la edad de seis o siete años el niño puede ser capaz de buscar el valor que trata de proteger una norma y entonces darse cuenta de cuando alguien solo manda por mandar o busca en realidad el bien común.
Hay que procurar que detrás de cada norma que trates de poner en tu casa haya una buena razón para defenderla.
Los buenos modales no pasan de moda
Te puede interesar: Los buenos modales a debate. ¿Tenemos buenos modales? (Con vídeo)
Una parte importante de los valores que podemos llamar sociales o de convivencia son los buenos modales. A través de ellos fomentamos a nuestros hijos el valor de la vida en comunidad y del respeto por los otros.
La convivencia es la mejor forma de poner en práctica los buenos modales. Cuando llevas a tu hijo de visita él tiene la oportunidad de aprender reglas básicas del trato social como el saludar o el despedirse. Si es muy pequeño seguramente tú tendrás que sostener su manita para decir adiós, pero él se irá habituando hasta hacer lo mismo por sí mismo. No te preocupes, si de repente tu hijo, alrededor de los tres años, parece haber olvidado por completo los buenos modales.
Los pequeños suelen pasar por una etapa de autoafirmación en la cual se rebelan contra las normas para asegurar sus crecientes capacidades. No lo reprendas nunca en público, pero siempre busca un momento para hablar con él, y manifiéstale que lo que hizo no estuvo bien. Pregúntale, siempre, cuáles fueron las razones para comportarse de ese modo, trata de ponerte en su lugar.
Los padres debemos ser siempre firmes, pero estar también dispuestos a escuchar las razones de nuestros hijos por pequeños que sean.
Anima a tu hijo a invitar a sus amiguitos a casa e introdúcelo así en las reglas para ser un buen anfitrión. Enséñale a tu hijo que tener buenos modales es una manera de demostrar que los demás de importan y que te gusta su compañía.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Una persona mayor puede aportar su experiencia, formación y cultura ayudando al aprendizaje de los más pequeños
-
Unas de las primeras manifestaciones de nuestros buenos modales es el lenguaje. ¿Qué podemos hacer si nuestro hijo empieza a decir palabrotas?
-
El niño debe aprender que la amistad es como una planta que hay que cuidar y regar todos los días
-
Un niño con buenos modales es aceptado con gusto en todas partes. Los padres pueden enseñarlos a sus hijos a través de su ejemplo
-
Los niños a estas edades ya pueden comprender perfectamente cómo deben comportarse de forma correcta en la mesa
-
Los hábitos adquiridos en la infancia perduran toda la vida. Y eso ocurre porque el niño no los estudia de memoria, sino que se acostumbra a vivir con ellos y los hace suyos
-
Hay que enseñar a los niños, desde pequeñitos, que las tareas de la casa no tienen sexo
-
Algo fundamental es el ejemplo: es mucho más fácil enseñar si las actuaciones de los padres son correctas y consecuentes con lo que desean inculcar, ya que de esa manera tienen mayor credibilidad
-
La educación comprende todo el trabajo encaminado a la formación multilateral y armónica del individuo
-
Los niños deben aprender desde muy pequeños a ser amables y educados con todo el mundo
-
Un niño con buenos modales es aceptado con gusto en todas partes. Los padres pueden enseñarlos a sus hijos a través de su ejemplo
-
Las palabrotas pueden ser sustituidas, en muchos casos, por otras palabras similares que no molestan o desagradan a los demás