Las buenas maneras, ¿una cuestión de integración o imposición?
¿El supuesto olvido o desprecio por las buenas maneras es una causa directa de los problemas actuales de convivencia?

Redacción
Educar para convivir. Respeto y educación
El mundo se comunica, se globaliza, las costumbres cambian de una forma increíblemente rápida, vertiginosa, influenciadas por estas nuevas formas de comunicarse. Pero estos cambios no tienen porqué ser a peor aunque muchas personas piensan que sí.
El sentir popular, muy generalizado, es que la etiqueta y los buenos modales han caído en desuso. Piensan que es algo pasado de moda, es una cosa que los nuevos medios de comunicación se han llevado por delante por la poca importancia dada a estos temas. La sociedad se ha vuelto individualista, solo nos preocupamos de nosotros mismos, no de los demás. Vivimos a nuestro aire, sin recordar que somos parte de una sociedad y, queramos o no, tenemos que convivir con otras personas todos los días.
Buenos modales, buena sociedad
Tener buenos modales no solo favorece la convivencia, sino que proporciona una buena imagen de uno mismo; es un valor positivo para cualquier persona. Los conocimientos técnicos o profesionales son importantes, pero cada vez está más comprobado que tan importante es tener unos buenos conocimientos para desempeñar un trabajo como tener buenos modales, un saber estar en cada momento y en cada situación, una cierta habilidad social.
Te puede interesar: ¿Qué es ser educado? Definición: qué es ser una persona educada (con vídeo)
Una sociedad, como los trabajadores de un determinado sector, se mueve dentro un marco o convenio. Los buenos modales son el convenio que la sociedad tiene para cada uno de nosotros. Es un convenio especial, con reglas no escritas, la mayoría de ellas, que regulan cómo deberíamos comportarnos en sociedad.
Nadie se sube a un andamio de una obra sin casco, sin seguridad, de una forma temeraria. Por la misma razón, una persona no va a un funeral con pantalones cortos, chanclas y una toalla debajo del brazo. ¿Por qué? Porque es algo que no entra dentro de lo regulado en el 'convenio social' del que hemos hablado anteriormente. Estos convenios establecen unas reglas o normas que debemos cumplir, asumir y, con ciertos matices, acatar.
Aceptar y respetar las normas de convivencia
Cuando una persona no acepta las reglas de un club, no puede o debe pertenecer a él. Si una sociedad o grupo social tienen unas determinadas reglas que una persona no quiere acatar, tampoco debe extrañarse que ese grupo no le acepte o al menos no de buen grado. Es uno de los problemas actuales de convivencia. Personas que no quieren acatar ciertas normas o reglas de civismo aceptadas mayoritariamente por todos pero si quieren pertenecer al "club" para obtener otras ventajas.

Ermenegildo Zegna
Estas reglas están sujetas a cambios y evoluciones, que no revoluciones, pero de forma proporcional y moderada. A nadie le gusta que en su entorno venga alguien a revolucionarlo cambiando sus reglas o ignorándolas.
Te puede interesar: 8 claves para demostrar que es una persona bien educada
Cuando una persona quiere ser aceptada en un grupo social acomoda su imagen y comportamiento a las características propias de ese grupo. Es una forma de integración. Querer imponer sus propias normas sería desintegración, tratando de romper la cohesión de ese grupo, por lo que, casi siempre, se genera un rechazo.
Los buenos modales son el factor de integración para cualquier estamento social. Una persona educada -no pedante ni cursi, no confundamos- tiene todas las puertas abiertas. Invertir en ser educados es la mejor apuesta para el presente y el futuro nuestro y de las generaciones venideras.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Asistimos a una decadencia de la cortesía y la urbanidad, como señala con indiscutible sensatez monsieur Pradel.
-
Los preceptos de civilidad se ponen al servicio de las relaciones entre personas según su rango, prestigio y autoridad; las normas de urbanidad resultan así una de las formas de expresión más nítidas...
-
Los principios de la urbanidad en la ciudad de Mérida durante el siglo XIX.
-
En una mesa elegante y formal se suele colocar un platito con un pedazo de mantequilla para tomar como un aperitivo
-
A las piedras preciosas, como a las flores, se les atribuyen ciertos significados. Es decir, tienen su propios 'lenguaje'
-
Los tratados de urbanidad siempre han existido para las clases pudientes y para guiar los usos sociales de la aristocracia
-
En qué momento se pasa de un halago en un piropo a un acto delictivo en esta sociedad en la que solo vemos peligros por todos los lados
-
Los ciudadanos de a pie necesitan ciertas convenciones protocolares para poder convivir. Para los funcionarios, es parte de su trabajo. Pero muchos de ellos no las necesitan
-
Vamos a dar una descripción general sobre los elementos que componen un abanico: desde las varillas al clavillo. Los abanicos son muy útiles para aportar un poco de 'frescor' en los días más calurosos
-
La propina se basa en una ley no escrita que, si bien representa una cortesía para el que la da, constituye una parte importante de los ingresos mensuales para quien la recibe.
-
Los buenos modales y las normas de urbanidad varían de una época a otra, de una a otra cultura
-
Los "códigos de vestuario", estipulan lo que se debe o no poner uno para ofrecer mejor imagen en cada momento








