
Urbanidad de las reuniones. Lección duodécima.
El comportamiento en las reuniones y tertulias. Los pasatiempos en sociedad.
Urbanidad de las reuniones.
* Pregunta. ¿Qué hará Vd. al llegar a una reunión o tertulia?
Respuesta. Empezaré por saludar a los dueños de la casa y a las demás personas de la reunión; me sentaré luego, pero no en puesto principal ni en silla de brazos, si viese en asientos comunes a personas que me merezcan respeto.
* Pregunta. ¿Qué observará Vd. mientras dure la reunión?
Respuesta. Si se empeña la conversación tomaré parte en ella moderadamente, no pronunciaré palabra alguna fuera del caso, huiré de toda disputa, me abstendré de emplear dichos agudos y picantes; y cuando para fomentar el placer de la reunión crea conveniente usarlos, no perderé de vista ni el respeto que cada uno se debe a sí mismo ni el que debe a los demás.
* Pregunta. Y si por vía de pasatiempo o diversión se tratase de jugar un rato, ¿qué tendrá Vd. presente?
Respuesta. El que juega ha de guardar compostura con sus compañeros, ser generoso con ellos, no enojarse si pierde ni abandonarse a una excesiva alegría en caso que venza; y si hubiese alguna jugada dudosa, no debe discutir con obstinación, y sí solo atenerse al juicio de las personas desinteresadas.
-
8563
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Llegados al término del viaje nada se deben los unos a los otros sino un saludo urbano, y algunos deseos lisonjeros.
-
El método mas cómodo, grato y libre de inconvenientes para repartir los manjares, es prevenir que se saquen a la mesa ya trinchados
-
No hay cosa más delicada que el honor de una mujer; un soplo le altera, una palabra le marchita.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
Para que en la sociedad le crean de buena crianza, hay que saber como vestirse, hablar, comer, bailar, y hacer todas las cosas como hijo de un noble y no como hijo de un plebeyo.
-
Si a la locuacidad se une el egoísmo, esto es, si siempre hablamos de nosotros mismos, de nuestros gustos, de nuestras cosas, y de cuanto nos pertenece, es positivo que fastidiaremos de una manera insoportable a cuantos nos oigan.
-
Hay que evitar en todo caso la soberbia, la avaricia, la obscenidad en las palabras y en los hechos, la ira o cólera, la gula, la envidia, la pereza o poco apego al trabajo...
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Cuando nacen las sociedades sin que aun haya nacido el gobierno, el individuo que no puede alcanzar por sí mismo una venganza cumplida, empeña a sus amigos a que se le unan.
-
La crítica amarga, acre y mordaz, degenera por lo común en personalidades, y saca enteramente de la esfera a que debe limitarse un hombre de buena sociedad.
-
El aseo personal es importante para dar una buena imagen de nosotros a los demás y a nosotros mismos
-
El comportamiento del niño en la escuela debe ser el de un niño bien educado y obediente.