Buenos modales. El juego en sociedad.
Buenos modales. El juego en sociedad.
Buenos modales. El juego en sociedad.
Si mientras se juega llega alguno, mayormente si es persona de respeto, debe invitársele diciendo: "¿Vd. gusta divertirse o continuar?"; al mismo tiempo se le ofrece y cede el puesto.
Cuando uno gana no debe pedir directamente los tantos al que retarla el pagarlos, sino que en este caso se valdrá de un rodeo de estos: "¿Falta alguien a pagar? ¿Estamos ya corrientes?".
Mientras uno juega, no debe levantarse del juego, a no desearlo los demás, o a menos que lo exija una necesidad perentoria. El que pierde puede dejar el juego cuando guste, pero sin manifestar desagrado no aun decir lo que pierde, si nadie se lo pregunta.
-
13080
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Por grande que sea la dignidad, por alto el empleo que ocupemos, ninguna consideración nos dispensa del respeto que debemos a nuestros padres.
-
La escritura es el maravilloso arte que da color y cuerpo a los pensamientos.
-
Los vinos se sirven por la derecha; el criado anuncia: "Vino de X", y se cuidará de que sean lo más variados y finos posible.
-
Normas que deben seguir los comensales en los convites.
-
Es preciso abrir los dientes para leer o hablar, articulando cada palabra claramente.
-
El modo de comportarse al visitar una casa ajena es importante porque refleja nuestra personalidad y nuestra educación
-
Hay que advertir la oportunidad de hacer un obsequio y al criterio que conviene seguir, según que la prudencia aconseje aceptar o rechazar el don que se nos hace
-
El hombre se coloca de modo que el caballo, libre en su ejercicio, obedezca con facilidad.
-
El corte de la piezas de carne era una arte muy apreciado en la sociedad de principios del siglo XX
-
Nunca se encarecerá bastante a los jóvenes el crédito y el descrédito que nos granjean los compañeros con quienes estamos más intimados.
-
La obligaciones que todo hombre de bien tiene para consigo mismo.
-
Se puede decir que el modo de vivir, de andar o de presentarse de un hombre dan a entender quien es.