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Relaciones en la fiesta de Navidad de la empresa

Entre compañeros de trabajo no debería mezclar las relaciones sociales con las relaciones afectivas, que pueden perjudicar su trabajo

Se lee en 4 minutos.

Las relaciones con otros empleados pueden generar buenas sinergias en el trabajo
La fiesta de Navidad de la empresa es un buen momento para conocer gente. Las relaciones con otros empleados pueden generar buenas sinergias en el trabajo

Guía para conocer gente en la fiesta de Navidad de la empresa

Cómo hacer un poco de networking social en la fiesta de Navidad de la empresa

Conocer gente nueva suele ser muy gratificante y una manera de ampliar horizontes. ¡La fiesta de Navidad de la empresa es un buen momento para conocer gente nueva y divertirse! Primero, tenemos que decidir si ir a la fiesta o no. Si nos asaltan las dudas, vamos a pensar que es muy posible que nos sorprendamos al ver cuántas personas conocemos y cuántos nuevos amigos podemos hacer. Para empezar, podemos tratar de encontrar un grupo de personas que ya conozcamos. Este será un buen punto de partida. Ahora bien, no todas las personas con las que charlemos querrán ser nuestros amigos, pero muchas de ellas si conversarán con nosotros si somos educados y respetuosos.

En cualquier tipo de fiesta, sea de la empresa o no, la gente suele socializar y participar. Por muy tímida que sea una persona, y aunque no le hayan presentado previamente, puede 'lanzarse' por su cuenta a charlar con los compañeros de otros departamentos que no conoce. También, puede charlar con personas que conoce y que le pueden servir de introductoras para que le presenten a compañeros de otros departamentos o delegaciones.

La buena educación ante todo

Si encontramos a alguna persona que no nos cae demasiado bien, o que no nos llevamos bien en el día a día del trabajo, no tenemos por qué hablar con ella. Podemos saludar por cortesía sin entablar ningún tipo de conversación. No es el momento más adecuado para sacar a relucir nuestras rencillas y desavenencias en público. No es ni el lugar, ni el momento más oportuno. Simplemente, un saludo de cortesía para demostrar que ambas son personas bien educadas.

Si entramos en conversación con otros invitados de la fiesta, hablaremos de temas generales. No debemos aprovechar este momento para hablar mal de ese compañero que no nos cae bien o del jefe. Además de no ser un acto de buena educación, nos podemos encontrar con que alguno de sus contertulios es amigo, familiar o compañero de esa persona o personas de las que estamos hablando, no muy bien.

Diversión, sí. Negocios, no

Una fiesta de empresa, no es una reunión de negocios. No es apropiado repartir nuestras tarjetas de visita profesionales a diestro y siniestro. Si queremos dejar una forma de contacto, podemos dar nuestra tarjeta de visita personal, o bien anotar en la agenda el teléfono, el correo electrónico o la dirección de la persona con la que deseamos seguir en contacto.

Saludar sin demasiadas confianzas... salvo excepciones

Cuidado con los saludos demasiado efusivos. Por mucha confianza que tengamos con otra persona no saludaremos de forma demasiado efusiva. Un beso, un abrazo y cuidado con ir más allá. En privado, si queremos, podemos demostrar nuestro afecto y aprecio de una forma más 'cariñosa'. En público hay que guardar las formas.

Se debe tener mucho cuidado y saber respetar las 'jerarquías' que haya en la empresa. Aunque sea una fiesta para confraternizar y divertirse, no es apropiado tomarse demasiadas confianzas con los jefes o superiores. Tampoco, si es un directivo, 'abusar' de su posición y poner en compromisos o situaciones incómodas a los empleados.

Relacionarse no quiere decir hablar del trabajo. Podemos conocer otras facetas de nuestros compañeros
Es bueno relacionarse con otros compañeros de trabajo que pueden ser un buen contacto en un futuro. Relacionarse no quiere decir hablar del trabajo. Podemos conocer otras facetas de nuestros compañeros

Los 'rolletes' o affaires entre compañeros de trabajo

Hay que evitar las "aventuras" -affaires- de una sola noche, sobre todo cuando se trata de compañeros a los que tendremos que ver durante el resto del año. Prudencia, discreción y un poco de sentido común. Aunque todos sean adultos, debemos comportarnos como tal y no como un jovencito llevado por la pasión, las hormonas y la inexperiencia.

Resumiendo, después de cualquier fiesta o celebración hay un 'día después'. Lo debemos tener en cuenta para no tener que arrepentirnos de algo que hemos dicho o hecho.

 

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