
7 consejos de oro para hacer buenos regalos en Navidad
El regalo es una muestra de afecto, de cariño, de consideración por la persona a la que hacemos este obsequio o la cual tenemos un pequeño detalle
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Reglas de etiqueta para hacer un buen regalo en Navidad
Lo que se regala es importante. Pero, cómo se regala también es muy importante. Un buen gesto cordial y amable aumenta el 'valor' del regalo. Un mal gesto lo puede echar a perder todo.
Las fechas navideñas son una de las épocas del año en las que más regalos se hacen, tanto en el ámbito personal como en el entorno profesional y empresarial. Cuando la cita con la Navidad se acerca, hay que pensar en muchos preparativos y en muchos compromisos que surgen en estas fechas. Lo material, en muchos casos, se impone a lo espiritual o emocional. Las emociones, los buenos sentimientos y la generosidad parece que se apoderan de todos nosotros.
Este ataque de 'buenismo' nos hace ser un poco más espléndidos y generosos que el resto del año. La forma de manifestarlo, además de con múltiples celebraciones, es haciendo regalos. Con los regalos ponemos de manifiesto nuestro afecto y nuestra consideración por las otras personas. Pero cuidado, que regalar no es tan fácil como parece. Por eso vamos a ver siete estupendas sugerencias para hacer buenos regalos en Navidad
7 reglas de oro para hacer un buen regalo navideño
1. La búsqueda del regalo
Atinar con el gusto de una persona no siempre es fácil. Hay personas muy sibaritas, pero también personas con gustos un poco 'raros' o peculiares. Cada persona es un mundo, y en cuestiones de regalos, mucho más. Dediquemos un poco de tiempo a pensar que es lo que más le puede gustar a cada uno. Comprar por comprar para cumplir no suele dar muy buen resultado. Se acaba notando el poco 'cariño' que se ha puesto en esa elección.
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2. El dinero que nos vamos a gastar
Un buen regalo no siempre es cuestión de dinero -aunque ayuda, no nos vamos a engañar-. Una simple tarjeta de Navidad con unas bonitas palabras puede hacer brillar más ojos que un regalo más caro y llamativo. Si tenemos un buen presupuesto para las dos cosas, pues miel sobre hojuelas.
3. Nuestro objetivo: agradar y sorprender
Cuidado con los regalos muy caros, ostentosos o poco adecuados. El regalo no se hace para molestar u ofender, sino todo lo contrario. Se puede ser, como hemos comentado anteriormente, muy original sin tener que destacar por el coste del regalo. Un regalo, algunas veces sin quererlo, no solo puede hacer de menos al regalado, sino también al resto de invitados. Cuidado con pasarnos de vueltas.
4. Regalos gastronómicos
Regalar dulces o bebidas es bastante habitual en Navidad. Las famosas cestas navideñas suelen ser uno de los regalos más típicos de la Navidad. Ahora bien, las restricciones alimentarias pueden ser un condicionante a la hora de plantearnos regalar una cesta de Navidad.
5. Entregar a tiempo: llegar a tiempo
Los regalos, cuando no se entregan en mano, deben ser bien planificados en el tiempo para no adelantarse demasiado ni entregarse con retraso. No es fácil, porque en Navidad las empresas de logística y paquetería están desbordadas de trabajo, pero debemos tenerlo en cuenta para calcular bien los tiempos.
6. Re-regalar: un peligro
Cuidado, como ocurre con algunos regalos de boda, con regalar algo que nos han regalado a nosotros las pasadas navidades o en cualquier otra época del año. El mundo es muy pequeño y podemos llevarnos un buen chasco. Los regalos que no nos gustan se guardan o se cambian, pero no se re-regalan.
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7. Uno para todos y no todos para uno
Uno de mis preferidos. Es un gesto de cortesía, generosidad y buena educación que haya algún regalo o detalle para todos. No se pueden concentrar todos los regalos, por ejemplo, en el niño de la casa, que es lo más habitual o en el abuelo. Pueden tener algún regalo más que los demás. No cuesta nada tener un detallito con el resto de los presentes. Como hemos comentado anteriormente, aunque solo sea una simple tarjeta postal, una foto o cualquier otro pequeño obsequio.
Resumiendo, dar un regalo es un acto de generosidad y una muestra de afecto. No regalemos por puro compromiso. Pongamos un poco de sentimiento a nuestros regalos.
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