
Modales en la mesa: las diferencias culturales entre China y Occidente dan forma a nuestras costumbres a la hora de comer
De palillos a cubiertos: Cómo las diferencias culturales dan forma a nuestras costumbres en la mesa. Costumbres occidentales y orientales a pesar de la globalización
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Diferencias culturales: los modales en la mesa en China y Occidente
Los modales en la mesa pueden variar significativamente entre diferentes culturas. A pesar de la globalización, muchas culturas mantienen vivas sus tradiciones. Una de las mayores variaciones que nos podemos encontrar en el mundo son las diferencias entre China y Occidente, o mejor dicho, entre las culturas asiáticas y las occidentales. No son solo una cuestión de preferencias personales, sino que reflejan grandes diferencias culturales, históricas, incluso filosóficas.
Una de las principales diferencias radica en la forma de asignar los asientos. En China, se sigue un orden jerárquico, reservando el asiento más importante -el que se encuentra frente a la puerta principal- para los invitados de mayor rango o jerarquía. En la cultura occidental, en cambio, los asientos de mayor importancia están enfrentados -da lo mismo que sea una presidencia francesa que inglesa- y el asiento de la derecha se reserva para los invitados de mayor importancia.
Otra diferencia notable se encuentra en la colocación de la vajilla y otros elementos de la mesa. Mientras que en China los platos, tazas y palillos se disponen de forma relativamente sencilla, en Occidente la etiqueta en torno a cubiertos, copas y platos es mucho más 'estricta'. Los cubiertos deben colocarse a ambos lados de los platos, las copas sigue un orden determinado y, en general, se siguen unas reglas de etiqueta más elaboradas y cuidadas que en las culturas asiáticas. En Chiuna son los palillos los utensilios primarios, mientras que en Occidente, se incluye una variedad de cubiertos destinados a diferentes tipos de alimentos.
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Pero si vamos más allá de las cuestiones de etiqueta en la puesta de la mesa, las culturas gastronómicas de ambas zonas también difieren de manera significativa. En China, se valora enormemente el sabor y la presentación de los platos. Para ellos, "el sabor es lo básico de la comida". Los métodos de cocción como el vapor, el hervido y el salteado dan como resultado una variedad de cocinas regionales ricas en matices. En las culturas occidentales se le confieren una gran importancia al valor nutricional de los alimentos y a su forma de cocinarlos. También se le daba menor importancia a la presentación de los platos, aunque eso ha ido cambiando con el tiempo. Actualmente, se valora mucho las presentaciones de los platos.
Estas diferencias en la cultura de la mesa tienen su origen en factores tan diversos como el clima, las creencias religiosas y los estilos de vida. En las zonas con un clima más benigno de China propició una dieta basada en el arroz y los fideos, mientras que en las zonas más frías de Occidente se favoreció el desarrollo de la ganadería y el consumo de carne. Asimismo, las filosofías religiosas han impregnado profundamente los hábitos alimentarios: el budismo y el confucianismo chinos enfatizan la armonía y la colectividad, mientras que el cristianismo occidental está marcado por la noción del pecado original.
Comprender estas diferencias culturales es clave para facilitar la comunicación intercultural. Mientras que en China se valora la charla animada y el compartir alimentos -las famosas mesas redondas giratorias donde se comparten los alimentos-, en Occidente se prefiere una conversación más cercana y una mayor independencia durante las comidas -no se comparten los platos, salvo excepciones en ambientes muy familiares-. Esta práctica refleja los valores colectivos de la sociedad china y se contrasta con la preferencia occidental por comer de platos individuales, un reflejo de los valores individualistas predominantes en estos países más occidentales.
Si bien las diferencias en los modales de la mesa entre China y Occidente pueden parecer superficiales, en realidad reflejan importantes diferencias en la forma en que cada cultura concibe la comida, las relaciones sociales y el lugar del individuo en la sociedad. Comprender y respetar estas diferencias es un paso crucial para fomentar una mayor comprensión intercultural.
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