
Entrevista de trabajo, ¿hablo mucho o poco? Responder en función de la pregunta
En una entrevista de trabajo hay que mostrarse extrovertido sin llegar a una locuacidad extrema. Hay que hablar lo justo pero sin dejar cosas importantes sin decir
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Cómo responder a las preguntas en una entrevista de trabajo: brevedad y claridad
Una entrevista de trabajo puede ser una conversación. Depende del planteamiento del entrevistador o entrevistadores. Entonces, ¿es bueno hablar mucho y explayarse? ¿Es mejor ser breve y conciso? Depende del planteamiento y exigencia del entrevistador.
Cuando nos hacen una pregunta hay que ser rápidos, breves y claros. La capacidad de resumir es importante. Guardar silencio ante cualquier pregunta puede denotar muchas cosas. Casi ninguna buena para nosotros. Las interpretaciones pueden ser muchas: timidez, escasez de conocimientos, falta de soltura, carencias en habilidades comunicativas, etc. Debemos responder a todas las preguntas que nos hagan.
Consejos prácticos para responder a las preguntas en una entrevista de trabajo
1. Respeto y tratamiento. Debemos respetar al entrevistador aunque la pregunta no nos parezca muy apropiada. Contestaremos tratando de usted al entrevistador. No podemos pasarnos de cordiales y cercanos, no es el momento ni el lugar. El entrevistador no es un amigo o un colega nuestro, sino un profesional.
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2. Hablar a su tiempo. Empezar a hablar cuando nos lo indiquen. No debemos hacer monólogos. No debemos interrumpir al entrevistador, ni devolver como respuesta una pregunta. Si el tema es controvertido, y no lo podemos evitar, debemos ser lo más neutral posible en nuestras respuestas.
3. Ser discretos. No es correcto hablar mal de otros compañeros, de los jefes, de otras empresas o de cualquier persona o empresa. Este tipo de comportamientos dice muy poco en nuestro favor. Tampoco debemos contar detalles internos de otras empresas o compañías para las que hemos trabajado.
4. Saber escuchar. Debemos escuchar con atención cuando nos hable el entrevistador. Es importante, pues como decía un conocido autor, "escuchar atentamente a una persona que habla es una forma muy sutil de adulación". A las personas les gusta que les escuchen cuando hablan.
5. Distraído pensando en otra cosa. No debemos dejar que nos distraiga nada de lo que nos rodea. Tampoco distraernos con nada de lo que llevamos encima, como por ejemplo el teléfono móvil - celular. El teléfono debe permanecer apagado durante toda la entrevista. Tampoco es bueno perder la atención aunque la oficina o despacho tenga unas vistas increíbles. Mirar a la calle, ver por un ventanal el paso de otros empleados, etc.
6. Gestos y movimientos. Trataremos de controlar nuestros nervios. No solo al hablar se notan los nervios. Los movimientos de los ojos, los brazos, ciertos gestos, etc. nos pueden delatar. Hay que tener cuidado con las posturas corporales y los movimientos. No debemos sentarnos hasta que nos inviten a ello. No debemos cruzar las piernas ni los brazos, según indican los expertos, son barreras que ponemos con respecto a los demás.
Para terminar, podemos decir que lo importante no es hablar mucho, sino hablar bien. Responder conforme a lo preguntado sin irse por las ramas. Cuando la respuesta requiera mayor explicación, nos la pedirán.
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