Dictadura del protocolo médico.
El Rey ha pasado de los dictados del protocolo del ceremonial a la dictadura del protocolo médico.
El protocolo.
Como tantas cosas, como la credibilidad de ZP o como las pretensiones presidenciales de Carmen Chacón, el protocolo ya no es lo que era. El protocolo era aquello por lo que se peleaban las autoridades locales, a ver a quién sentaban mejor en un acto. No era más que la aplicación del sentido común a un ceremonial que había ido creando las reglas, escritas o no, de prelaciones y honores. En la Transición, los socialistas descubrieron el gustirrinín del protocolo. Les encantó que la vez primera que entraron en los ayuntamientos democráticos se les cuadraran los municipales. El ejemplo puede ser el alcalde Tierno Galván. Aquel rojo de toda la vida le cogió tal afición al protocolo que cuando se murió le hicieron un entierro que más el de un socialista parecía el de María de las Mercedes. Si no "cuatro duques lo llevaban por las calles de Madrid", sí cuatro caballos negros con negras gualdrapas y negros penachos. El protocolo hizo que Tierno fuera enterrado por el rito del Espartero o de Joselito el Gallo.
Y se nombraron cientos de jefes de protocolo en todas las autonomías, diputaciones, ayuntamientos, ministerios. Había que vestir el cargo y que darse a valer. Los jefes de protocolo de las diputaciones se peleaban con los jefes de protocolo de los ayuntamientos, a ver quién sentaba en mejor sitio a sus señoritos.
"El Rey ha pasado de los dictados del protocolo del ceremonial a la dictadura del protocolo médico"
Ahora el protocolo por antonomasia es el protocolo médico. Cómo será la cosa, que el jefe de protocolo de la Casa de Su Majestad el Rey es ahora un traumatólogo: el doctor Ángel Villamor, el que ha operado al motorista Julián Simón, el que le arregló la mano al torero José María Manzanares y le ha puesto a Don Juan Carlos su prótesis de rodilla. Sí, el Rey ha pasado de los dictados del protocolo del ceremonial a la dictadura del protocolo médico. Lo dice el parte (médico) de Radio Nacional: el Rey "ha continuado con las sesiones de fisioterapia contempladas en el protocolo de recuperación intensiva" y en las próximas semanas debe seguir "con el protocolo de tratamiento de fisioterapia". ¿Será por protocolo, Señor?
Me aterran los protocolos médicos, cuya dictadura, del Rey abajo, nos sojuzga a todos. Cuando vas a un hospital no lo sabes, pero, como el Rey, te conviertes en un esclavo del protocolo, sin derecho a rechistar. Más que a ti, los médicos mirarán tus análisis, tus radiografías, tus resonancias magnéticas, tus tomografías. Y te aplicarán la férrea dictadura del protocolo. Lo que diga el protocolo, a rajatabla. Aunque la palmes. De aquello del ojo clínico; de que cada paciente es un mundo distinto al de la cama contigua con la misma enfermedad; de la creencia de que no hay enfermedades, sino enfermos, nada de nada. Marañón y Jiménez Díaz, a tomar por saco. Lo que manda es el protocolo. Aquí, que lo elegimos todo por votación, de jefe del Gobierno a presidente de la comunidad de vecinos, estamos sin embargo sometidos a la dictadura de un protocolo médico que nadie sabe quién ha promulgado, ni con qué autoridad, pero que en un momento dado te puede mandar al patio de las malvas. Directamente.
Consuela bastante saber que el Rey tampoco se ha podido escapar de la dictadura del protocolo, lo que lo humaniza más todavía. Hasta el Rey es súbdito del protocolo médico. Ahora el jefe de protocolo de la Casa de Su Majestad no viste uniforme de diplomático: va de bata blanca, ¡y le pega unas broncas como no cumpla el protocolo!
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Un divertido juego para poner a prueba a los más pequeños de la casa o de la escuela.
-
Además de saber estar y conocer las reglas de protocolo, muchas de las personas que ocupan cargos importantes deberían contar con un buen bagaje cultural
-
Durante una visita en la ciudad, cuentan que cuando se dobló para entrar en el coche, rompió el pantalón, por lo que todos sus ayudantes se llevaron una gran sorpresa ante tal hecho, no sabiendo como reaccionar
-
Anécdota sobre una cena en una país africano y la situación de los invitados
-
El libro The Amy Vanderbilt Complete Book of Etiquette es considerado la Biblia de la urbanidad moderna. Fue escrito por Amy Vanderbilt
-
Anécdota de lo que vale tener experiencia. Winston Churchill resuelve una situación comprometida durante un banquete oficial
-
El Rey, Don Juan Carlos, suele ser muy ingenioso a la hora de hacer frente a situaciones imprevistas que suelen darse en algunos actos
-
La cortesía parlamentaria hay que tenerla hasta en las situaciones más serias
-
Cortesía del Presidente de la República Francesa con un actriz de teatro
-
Anécdota sobre los problemas que se suelen dar sobre el orden y colocación de los invitados a un acto
-
Don Juan de Borbón, padre del Rey Juan Carlos era muy aficionado a la práctica del golf
-
La etiqueta cortesana española era muy rígida en tiempos de Carlos II