
Modo de conducirse en la calle. Parte primera
Al encontrar un conocido, la señora o señorita pueden saludar las primeras; pero no se pararán a hablar en la calle más que con personas de intimidad o de respeto

Jesslee Cuizon
Forma correcta de ir por la calle
Las jóvenes solteras se ven en muchos casos obligadas a salir solas. Esto depende de la fortuna de sus padres, del rango que ocupan en el sociedad y del medio en que viven. Una señorita muy bien educada puede verse en la necesidad de ayudar a sus padres con su trabajo, y le precisa salir sola cuando no tiene persona respetable que la acompañe.
Es mejor esto que confiársela a una criada, que por lo general, son hijas del pueblo, desprovistas de tacto por la educación escasa, que les impide discernir entre lo que es correcto y lo que no lo es.
En las grandes ciudades la tolerancia es mayor que en las provincias. Por lo general, se tolera que la joven vaya sola en caso de necesidad a sus ocupaciones, pero jamás al paseo, las diversiones y las visitas.
La casada, en cambio, tiene libertar completa para ir sola o con una amiga a todos los sitios públicos; pero para unas y otras cuando salgan solas, particularmente si van a pie, son buenas ciertas reglas de prudencia.
Los trajes deben ser sencillos, modestos, poco llamativos, para no atraer las miradas, y se necesita marchar con corrección, sin levantar la falda ni ceñírsela.
"Cuando una señora recibe una galantería de buen tono debe agradecerse"
Es un vicio feo, en la que camina sola, volver la cabeza, pararse ante los escaparates y prestar atención a los transeúntes.
Si alguna persona desconocida se permite dirigirle la palabra, la señora debe pasar sin mostrar enojo, con completa indiferencia; si es una galantería de buen tono, se dan brevemente las gracias y se continua el camino.
Al encontrar un conocido, la señora o señorita pueden saludar las primeras; pero no se pararán a hablar en la calle más que con personas de intimidad o de respeto, rehusando toda compañía que no sea de las primeras. Una señorita no debe adelantarse nunca a ser la primera en pararse ni dar la mano a los que encuentre en la calle, a no tratarse de una compañera de su edad.
Si se sale en carruaje, el puesto de la derecha es de preferencia para la señora de respeto, a la que el caballero da la derecha en el carruaje en todos los países. En cambio para ir a pie esto varía mucho. En América, Inglaterra y otros países prácticos, el hombre por la calle ofrece siempre el brazo izquierdo a la señora. Esto tiene fácil explicación: de esta manera se conserva en libertad la mano derecha y puede servir para apartar a la multitud, saludar a los conocidos que se encuentran, acercarle una silla y otras muchas cosas que sería difícil hacer con la mano izquierda. Los militares ofrecen el brazo derecho a causa de la espada.
En cambio, en Italia hay tal costumbre de llevar las señoras a la derecha, que por conservarles este puesto marcha el hombre por el lado interior de las aceras, lugar que entre nosotros se da siempre a la mujer.
- Modo de conducirse en la calle. Parte primera.
- Modo de conducirse en la calle. Parte segunda.
-
8038
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando la vanidad va unida a la ignorancia presta oídos a las más necias mentiras y se alimenta con las más inverosímiles ilusiones.
-
El trato de respeto hacia los maestros y los compañeros de clase.
-
Así como no conviene tener los cabellos muy cortos, cosa que desfiguraría a la persona, hay que procurar también que no sean demasiado largos y en particular que no caigan sobre los ojos
-
Es contrario a la buena crianza, como insinúa san Pablo, acostarse, como hacen algunos, al comienzo del día, y levantarse hacia el mediodía
-
En la mesa y en el juego es donde más pronto se conoce la buena o mala educación de las personas
-
La urbanidad y la finura son, por lo menos, tan indispensables en la vida de la familia como en las relaciones sociales fuera del hogar
-
Ofendemos a otro, en la persona matándole, hiriéndole, maltratándole, tratádole con desprecio o insolencia, molestándole o inquietándole de cualquier manera.
-
El papel puede timbrarse con nombre, apellido y dirección o con el nombre e iniciales solo.
-
Una de las polillas de la sociedad son seguramente estas gentes a quienes no se conoce sino por haber estado cinco o seis veces en una reunión sin reparar en ellas, pero se creen autorizadas para trataros como a unos amigos antiguos
-
En una mesa de personas de distinción, a cada servicio se cruza el cubierto en el plato para que los criados lo retiren y lo cambien
-
Debemos benevolencia a todos los mortales; pero no debemos elevar la benevolencia al grado de amistad sino respecto de aquellos que merezcan ser estimados por nosotros.
-
De los deberes para con Dios de los más pequeños de la casa.