Máximas útiles a la juventud
Principios o reglas generalmente admitidas por la sociedad en cuanto a la educación de los jóvenes y preparación para la vida
Educación, valores y buenos modales: máximas y citas de interés para la vida
Aquella urbanidad
- Amemos y respetemos a nuestros padres si queremos merecer la alabanza pública.
- El que es mal hijo, tarde o temprano toca los efectos del remordimiento.
- Ningún sacrificio debe sernos costoso para pagar con usura el amor maternal.
- Respetar a los mayores es reconocer que su experiencia les hace superiores a nosotros.
- Si la fortuna te permite mantener criado, mira en él un hombre.
- Compadece la suerte del que sirve, y no le humille jamás tu arrogancia.
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- Si deseas un buen amigo, procura serlo.
- Escoge tus amigos entre los hombres de bien.
- Solo un buen amigo frecuenta la casa asaltada por la adversidad.
- Si los amigos te faltan, procura que nunca te falte una buena conciencia.
- El verdadero hombre libre es el que, respetando la ley, no hace cosa alguna perjudicial a los demás.
- La felicidad consiste en la justa proporción de los deseos y de las necesidades.
- El hombre por su naturaleza es la cosa más social del mundo, pero la menos social por sus vicios.
- La grandeza y las riquezas no hacen la felicidad.
- Las buenas personas experimentan más gusto al hacer el bien que los mismos que lo reciben.
- El mérito y la virtud no están unidos al traje ni a la condición.
- Cometer una mala acción para vengarse es castigarse a sí mismo.
- Habla poco, reflexiona mucho y guarda tus secretos.
- Donde se halle la discordia, procura introducir la paz.
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- Con los desconocidos usa la desconfianza; con los amigos, se prudente.
- Procura saberlo todo, pero no aparentes siempre que todo lo sabes.
- La verdad solo ofende a los débiles y a los necios.
- La verdadera grandeza está en el corazón.
- La más necesaria de todas las ciencias es la de saber precaverse de un mal ejemplo.
- Muy cerca está del vicio el que solo practica la virtud por adquirir reputación.
- Recuerda que en este mundo conviene ser bondadoso con nuestros inferiores; complaciente con nuestros iguales; respetuoso y urbano con los superiores; firme contra los viciosos o inmorales; compasivo con los desgraciados.
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Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
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La urbanidad puede abarcar muchas parcelas de nuestra vida. Aquí dejamos alguna de las preguntas relativas a las niñas y la urbanidad
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Al entrar en una iglesia, si está el Santísimo expuesto, se debe hacer la genuflexión hincando las dos rodillas, inclinando la cabeza y santiguándose.
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Si deseamos nos acompañe a la mesa persona distinguida, la invitación se hace de palabra o por escrito unos días antes del convite.
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La limpieza en los vestidos es una de las cosas que más tienen que ver con la cortesía.
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La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
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Debes adquirir indefectiblemente una serenidad de ánimo y una frescura de sangre que te haga ser dueño de tu genio y temperamento.
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Al comer hay que hacerlo de tal modo que los carrillos no se inflen, y es totalmente contrario a la educación tener al mismo tiempo los dos carrillos llenos.
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La vanidad contribuye a hacer más activo el estímulo de la curiosidad, porque hay una satisfacción en poder decir, yo lo sé, yo lo he visto.
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Si se mira con la lente a una mujer, es casi como señalarla con el dedo.
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Manifestar siempre en todos los casos una opinión exactamente conforme con la del interlocutor, aun cuando ésta se rectifique, constituye una disposición de ánimo determinada por muy distintas causas