Cómo saludar a personas de respeto
EL saludo es una fórmula de cortesía que se da entre personas que conviven en sociedad

Cómo saludar a personas de respeto
El modo de dirigirse a los Reyes es hincando la rodilla izquierda y se besa su mano diciendo: "Señor" o "Señora", "a los reales pies de Vuestra Majestad". Pero a los demás individuos de la Familia real o Infantes de España se les saluda inclinando modestamente el cuerpo (no la cabeza) y se les besa también la mano diciendo: "Serenísimo Sr., beso la mano a Vuestra Alteza"; o "Serenísima Sra., a los reales pies de Vuestra Alteza".
Al presentarse a un Arzobispo u Obispo se inclina respetuosamente el cuerpo, se espera su bendición y recibida ésta, se le besa la mano o anillo dándole el tratamiento de Usía llustrísima. A los Cardenales Arzobispos de Toledo y de Sevilla se les da el tratamiento de Vuesaeminencia y de Eminentísimos Señores.
Corresponde el de Vuecencia y el de Excelentísimo Sr. a cada uno de los Ministros de la Corona, Consejeros reales, Embajadores, Caballeros del Toisón de oro, a los Grandes Cruces de las demás órdenes, a los Grandes de España con sus primogénitos, a los Capitanes generales y Tenientes generales del ejército y de la armada, a los Mariscales de campo con banda, a las Diputaciones provinciales, Audiencias territoriales y Ayuntamientos de las capitales de provincia.
Se da el tratamiento de Usía y de Muy ilustre Señor, a los Senadores y Diputados a Cortes, a los Magistrados, Gobernadores de Provincia, Intendentes, Mariscales sin una Gran Cruz, Brigadieres, Coroneles, a los Duques, Condes, Marqueses, Barones y títulos de Castilla en general, y a varias corporaciones, tales como los Consejos provinciales, Ayuntamientos de las ciudades subalternas de provincia, Juntas de comercio, Academias de letras, ciencias o artes, Sociedades económicas, cabildos eclesiásticos, etc.
Los demás tratamientos más frecuentes en la sociedad son el de "usted" y el de "tú". Se da el primero a las personas a quienes debemos respeto, como también a nuestros iguales y aun a los inferiores si no median íntimas relaciones de amistad, parentesco o familiaridad. Sin embargo, cuando una persona de título lo apea en una conversación y conocemos que no es por mero cumplimiento, sino con voluntad, podremos usar el de usted sin abusar de su modestia.
El llamarse de tú es propio solamente de amigos y parientes, sea cual fuere la calidad de las personas. No obstante, el tratamiento de tú es más propio de gente ordinaria que de personas circunspectas, y no es tan conveniente ni suena tan bien como el de usted.
-
16384

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La conclusión de una carta familiar era en otro tiempo un negocio de importancia; hoy se pone menos cuidado, y con mucha razón.
-
Una persona con buena educación sabe comportarse en el teatro y otros espectáculos públicos
-
Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
-
Es señal de sensualidad, jamás permitida, romper los huesos, sea con el cuchillo o con cualquier otra cosa, o golpearlos sobre la mesa o sobre el plato.
-
La buena crianza es la única cosa que a primera vista dispone los ánimos en favor nuestro, pues para conocer los grandes talentos es menester más tiempo.
-
Las conversaciones, alabanzas y los paseos a pie o en coche.
-
Los sitios de delante pertenecen exclusivamente a las mujeres; los caballeros se colocan un poco detrás, aunque los puestos de delante estén desocupados.
-
Es cómodo ampararse en un refrán para no hacer el sacrificio de un defecto, para no renunciar a un modo de ser...
-
Tiempo de saber la conducta que se debe tener en la sociedad para vivir con paz y con honor.
-
No hay nadie que no deba tener como norma y práctica peinarse todos los días, y nunca hay que presentarse delante de cualquiera que sea con los pelos revueltos y sucios.
-
Hay que evitar en todo caso la soberbia, la avaricia, la obscenidad en las palabras y en los hechos, la ira o cólera, la gula, la envidia, la pereza o poco apego al trabajo...
-
Las diversiones son ejercicios a los que se puede dedicar algún tiempo durante el día, para descargar la mente de las ocupaciones serias



