
La etiqueta y lo cursi
Lo que tal vez fue más negativo fue sobreponer a una sociedad tenida por vulgar, modos y maneras que remedaban los usos y costumbres europeas.
foto base TerriC - Pixabay
Moldear hábitos y 'domesticar' lo vulgar
Se trataba de domesticar lo que se consideraba vulgar.
La modernización en Guatemala fue un proceso lento, complejo y plagado de contradicciones.
El proceso abarcó casi todo el siglo XIX y varias décadas del XX. En esa época se trataba de domesticar lo considerado vulgar, tanto en el campo como en las ciudades.
Moldear hábitos, ideas que deberían ajustarse a los moldes de la modernidad europea era lo primordial, es decir, abandonar todas la viejas tradiciones. Lo que tal vez fue más negativo fue sobreponer a una sociedad tenida por vulgar, modos y maneras que remedaban los usos y costumbres europeas.
El proyecto implicaba un nuevo sistema del entramado cultural. La nueva arquitectura urbana, la cual amplió las actividades sociales, obligó a una distribución definida de los espacios públicos, se definió claramente lo privado y lo social.
Te puede interesar: Hábitos que son de mal gusto según el manual de Carreño
El orden era imperativo y éste implicaba la prescripción de nuevas jerarquías y deseos, el etiquetamiento de los impulsos espontáneos naturales, la domesticación de la sensibilidad era lo primordial. Así surge la mediatización artificiosa entre el hombre y las cosas. Pero esta sociedad tenía que asirse a algo que la guiara, y surgen los textos de etiqueta.
El manual de Carreño clave del éxito
El que mayor difusión tuvo en el continente fue el "Manual de las buenas maneras" (1854) del venezolano Antonio Carreño. Este manual, gran competidor de la novela rosa del melodrama, se hermana con lo cursi. Irrumpió en los hogares y las intimidades, y empieza a "educar" al ciudadano, pero más que educarlo lo hizo un hombre reprimido, timorato y cursi.
Fue el texto que le dio a los sectores medios urbanos una expansión y el recetario ético para lograr el anhelado ascenso social. El que tenía dinero y finas maneras, tenía asegurado el éxito social, en una clase que debía educarse necesita de buenos modales y en la medida que estos sean más complejos, alambicados y cursi, mucho mejor.
Se sacrificó la comodidad, imitó lo Francés, el rococó, sillas tembeleques, mesitas para poner jarrones con flores de trapo. En general las señoras tenían un poco de todo: poetisas, pianistas y hasta chef. No olvidemos que cortés viene de cortesano y las fórmulas de cortesía que aún se emplean proceden de Carreño, también abarcó lo epistolar.
Cuando Carreño escribió el manual, el mundo onírico de Freud no se conocía. Su descubrimiento hizo que el hombre ya no fuera cortés ni en sueños. Ningún tratado anterior al de Carreño habla de sueños o pesadillas, claro que la Biblia que todo lo encierra se adelantó en algunos milenios y nos dio algunas interpretaciones que no entraron el tratado de urbanidad y buenas maneras.
Es así como la cursilería se instala en la humanidad como un dolor, como traición, como conciencia de pobreza y el hombre aceptó estos códigos de la sumisión.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Las normas sociales juegan un papel fundamental para lograr un buena cohesión social y una convivencia más armónica
-
Cómo gestionar el espacio personal en los aviones cuando queremos reclinar nuestro asiento. El difícil equilibro entre el confort y las reglas de cortesía
-
La comida y la bebida, amén de los regalos, son los grandes protagonistas de la Navidad
-
Las princesas del pueblo necesitan aprender de todo para ejercer su papel con la mayor profesionalidad posible
-
Hay gente malencarada y arisca que debió de perderse la clase el día que enseñaban cortesía.
-
Antes de nada recordar, que no se debe confundir la figura del conductor con la figura del chófer
-
La trampa del ego: Cuando nos creemos más importantes que los demás. Las consecuencias de creerse más importante que otras personas
-
Lo que si es cierto, es que las personas pueden no sentirse igual ante la misma situación. Cada 'evaluación' de una situación puede ser distinta para cada persona
-
Un caballero lo es, no es un título gratuito, hay que ganárselo cada día con sus actos, con sus acciones y con sus hechos
-
Las personas muy sensibles cuando salen a la calle, cuando se tienen que relacionar socialmente reciben muchos estímulos que tienen que aprender a manejar
-
Nunca es tarde para aprender para nadie. Lo que ayer no existía o no se conocía, hoy es una realidad
-
El código de la civilidad pretende enmendar a la naturaleza, apartar al hombre de su animalidad para aproximarle a lo humano