Buenos modales. Rascarse y otros gestos similares (con vídeo)
Rascarse es algo más que tener un picor... es una manera de disfrazar un pensamiento y, en ocasiones, de mostrar nerviosismo, desasosiego
Micropicores: el gesto de rascarse
Cuando una persona se rasca, no siempre obedece a una necesidad física. En muchos casos es una manera de disimular algo, o de ofrecer un mensaje no verbal a otra persona. La mayoría de las veces hacemos estos gestos de forma inconsciente.
En comunicación no verbal, indica Teresa Baró, este acto de rascarse viene dado por lo que llama los micropicores. Y los micropicores son gestos delatores. Estos picores se suelen presentar cuando queremos "disfrazar" algún pensamiento, cuando no podemos o queremos hacer o decir lo que estamos pensando
Rascarse de forma continuada suele denotar nerviosismo, desasosiego, intranquilidad. Ahora bien, es muy importante saber diferenciar el lugar donde una persona se rasca.
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Muchos picores están relacionados con una cierta incomodidad. Nos molesta no hacer algo que estamos deseando hacer y por eso nos vamos a rascar alguna parte de nuestro cuerpo. Por ejemplo, si nos rascamos un ojo, puede ser porque no queremos ver algo.
Pero también, nos podemos rascar porque estamos pensando o concentrados, como cuando una persona se rasca la cabeza como queriendo encontrar alguna idea en su cabeza.
Rascarse de forma muy "sugerente"
El gesto de rascarnos también puede conllevar alguna connotación sexual. Por ejemplo, cuando nos rascamos en la zona del arco de Cupido -la zona entre la nariz y el labio superior- suele significar un deseo sexual que estamos reprimiendo-. Lo mismo que cuando nos rascamos el brazo por la parte interior, tienen unas ciertas connotaciones sexuales o de seducción.
Si nos rascamos el brazo por el lado exterior suele revelar irritación. Se da en las situaciones en las que no estamos cómodos e incluso, se hace cuando queremos irnos del lugar en el que no estamos a gusto.
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Dejar de rascarse ¿es posible?
Es complicado no rascarse, porque la mayoría de las veces son gestos que hacemos de forma involuntaria. Si que hay ocasiones, en las que una persona se da cuenta y no se llega a rascar, se queda solo en un intento.
Si que podemos evitar rascarnos por un picor físico cuando estamos delante de otras personas porque es un gesto de mala educación. Esa persona que se rasca la cabeza como si tuviese piojos o se rasca el cuerpo como si tuviese pulgas, no son gestos muy educados. Mejor, retirarse al baño o al algún lugar apartado para rascarse.
Teresa Baró, colaboradora habitual del programa de TVE Para Todos La 2 , nos ofrece, en esta ocasión, unas explicaciones muy curiosas sobre el tema del acto de rascarse, el gesto de rascarse distintas partes del cuerpo.
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