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Comportamiento con los padres y abuelos. El respeto. Cómo hablarles. Comportamiento con el servicio. Obsequios para los padres.

Debemos a nuestros padres la misma veneración sobrenatural que debemos a Dios y a los santos.

Departamento de Cultura. 1.952
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Convivencia Social. Formación Familiar y Social.

El respeto que les debemos.

Según el Diccionario de la Lengua Española, respeto es: "obsequio", veneración, acatamiento que se hace a una persona.

También es: miramiento, consideración, atención...

No debemos a nuestros padres la misma veneración sobrenatural que debemos a Dios y a los santos, y que se llama culto. Pero, aunque exteriormente no estemos de rodillas delante de ellos, en nuestro fuero interno (esto quiere decir «con nuestros sentimientos personales que no decimos) sí debemos estar de rodillas delante de ellos. Por ejemplo: debemos ser obedientes y no contestonas. Demostrando que los consideramos superiores a nosotros, y después de Dios, las personas a quienes sometemos nuestra voluntad con mayor agrado. Sin rebelión ni rabieta.

Si obramos asi no estaremos de rodillas delante de ellos, pero nuestra alma y nuestra voluntad sí están inclinadas delante de ellos.

Por tanto, venerar a nuestros padres es ser obedientes, sumisas y aceptar su autoridad (sin refunfuñar).

Tener miramientos, consideración y atención con nuestros padres quiere decir que hay que considerar, mirar y prestar atención para no hacer nada que pueda fastidiarles y molestarles.

Respeto en la manera de hablarles.

Cuando se habla con los padres hay que hacerlo mirándoles a la cara, y no vueltas de espalda.

Cuando nos llaman, tenemos que acudir, y no contestar desde lejos y a voces: "¿Qué quieres?".

Cuando nos mandan tomar o traer algo, nunca diremos "no me da la gana". Ni tampoco gruñir diciendo: "Qué lata". Ni murmurar: "Siempre me tocan a mí todos los recados".

Si estamos leyendo y nos dirige la palabra una persona mayor, levantaremos la cabeza para decir ¿qué quieres? o ¿qué dices?, o perdona, no te he oído. Pero está muy mal contestar con ¿qué quieres?, con la cabeza metida en el libro y sin prestar atención.

Los ruidos, los portazos.

El ruido suele molestar mucho a las personas mayores. Por eso, cuando estamos con nuestros padres y abuelos y personas mayores no debemos silbar, ni canturrear, ni dar voces, ni golpes, ni carreras, ni mucho menos portazos.

Ejemplo:

Si entramos en una casa donde hay muchos niños y la casa está silenciosa, podríamos decir:

1. Que los niños no están.

2. Que los niños están muy bien educados.

No se debe escuchar las conversaciones particulares.

También molesta a las personas mayores que les interrumpamos con una pregunta tonta cuando hablan "entre ellos". Pues es de mala educación interrumpir una conversación. Nunca debemos interrumpir a una persona que habla. Hay que esperar que acabe de decir lo que está diciendo.

Si la persona que habla es muy pesada o tenemos prisa. Diremos: perdona, ¿me permites?. Pero a nuestros padres nunca les interrumpiremos.

Cuando hablan muy bajo entre ellos, nos alejaremos, pues esto quiere decir que están hablando de asuntos particulares que no interesan a los niños.

Como nos comportaremos con las demás personas mayores.

Tenemos que respetar y no molestar a nuestros abuelos, tíos, visitas, criados y a todas las personas mayores que nos rodean.

A los extraños les debemos respeto y consideración (es decir, buenos modales). Pero el respeto a la familia está mezclado con la veneración, que quiere decir sumisión y cariño, y éstas son cosas que más bien debemos a la familia, y principalmente debemos esta veneración a nuestros padres por gratitud, por agradecimiento, porque nos cuidan, nos protegen, se sacrifican por nosotros.

Sin nuestros padres no hubiéramos nacido, no tendríamos "vida". Y desde que nacemos nos están ayudando a vivir, cuidándonos en las enfermedades, nos están guiando, nos traen al colegio para que aprendamos cosas prácticas. Y así, nos ponen en camino de ser personas instruidas, capaces de hacer algo en la vida.

Nos enseñan a conocer y amar a Dios y nos ponen en camino de salvarnos. ¿Quién, se ocupa de nuestros vestidos, nuestros libros?. ¿A quién pedimos todo lo que necesitamos?. Nuestros padres, haciendo un esfuerzo (trabajando), nos van dando todo cuanto necesitamos.

Por eso no se deben perder lápices, ni gomas, ni cuadernos, pues luego hay que pedirlos, y las niñas pedigüeñas son niñas mal educadas. Hay que procurar no pedir a los padres más que las cosas absolutamente necesarias.

Como nos portaremos con los criados.

Seremos respetuosas y les pediremos las cosas por favor. Nunca seremos contestonas, ni tendremos con ellos malos modales, ni demasiada confianza. Nunca les diremos cosas desagradables. Está muy mal decirles estúpida, torpe o tonta. Hay que darles las gracias cuando hacen un servicio, como traer un vaso de agua, etc.

Pues son personas que trabajan; sólo por eso, merecen respeto. Toda persona que trabaja y presta un servicio merece respeto. Hacen una cosa respetable, puesto que se ganan la vida con su trabajo. Los vagos, los desocupados, son las personas que no merecen respeto; todos somos iguales delante de Dios. Y una persona pobre merece tanto respeto como una persona rica. Lo importante de una persona es su alma, porque es inmortal. Y el alma es igual en los ricos que en los pobres. El alma es lo que nos da categoría. Por otra parte, el alma de una persona modesta es tan sensible como el alma de una persona poderosa.

Si tú ofendes a una persona modesta, pobre, la haces sufrir, la hieres.

Si tú ofendes a una persona poderosa, rica, también la haces sufrir, pero esta persona tiene su riqueza para consolarse. En cambio, la que no tiene cosas con qué consolarse...

En resumen: ser más respetuosas con las personas cuanto más modestas.

EJERCICIO.

Obsequios a los padres.

Las alumnas, sobre una cuartilla, harán una relación de obsequios (obsequio quiere decir regalo) de tres clases.

Primero. Obsequios de orden moral (que quiere decir obsequios de conducta, de manera de portarse); por ejemplo: obediencia, estudios, comer bien, bañarse a la hora señalada, etc., etc.

Segundo. Obsequios de orden material (esto quiere decir regalos de objetos, de cosas...). Estos regalos son los que dais a vuestros padres por el día de su santo, o por el Día de la Madre, o por Navidad (hay que hacer una lista).

Tercero. También podéis regalar sin dar nada. Podéis hacer un regalo a vuestra madre, que consiste en no pedirle cosas. Hacer una lista.

¿Qué cosas podéis "no pedir"?

Hacer una lista.

¿Hago yo estos obsequios a mis padres?

Ahora las alumnas se pondrán en la primera, en la segunda y en la tercera lista una nota, la que ellas crean merecer, desde el 1 hasta el 5.

El uno es suspenso, y el cinco, sobresaliente. Luego sumar las tres notas, dividir por tres, y el resultado será una buena o mala nota en obsequiosidad.

¿Qué quiere decir esta nota en lenguaje corriente?

Esta nota es: suspenso o sobresaliente en cariño.

 

Nota
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