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D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. I.

La sociedad estamental española: El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia.

La civilización del comportamiento. Urbanidad y buenas maneras en España desde la Baja Edad Media hasta nuestros días
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III. LA SOCIEDAD ESTAMENTAL ESPAÑOLA: El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia.

Tres son los códigos sociales de buenas maneras encuadrados en el contexto desigualitario que fija la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Los códigos a los que me refiero son los de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia (Nota: El código de la cortesía moderna es aquel que Elias denomina 'código de la civilidad'. Elias toma como referencia el texto de Erasmo de Rótterdam que lleva por título De civilitate morum puerilium; texto en el que se presenta el concepto de "civilidad". Son diversas las razones que impidieron que el término "civilidad" arraigase en nuestro país. Ante la dificultad de arraigo, que explicaré más adelante, he optado por desechar el término "civilidad" y emplear en su lugar el de "cortesía moderna" para referirme al mismo código. Cfr Elias (1987:105-128 y 147-148)).

El objetivo de este capítulo es ofrecer una presentación global de los elementos que esencialmente caracterizan la sociedad estamental española del Antiguo Régimen. Es en un contexto estamental donde van a concretarse los tres códigos a los que aludo. Tener presente este contexto resultará de vital importancia a la hora de interpretar los preceptos que ofrece cada código; preceptos siempre ligados al marco social en el cual se insertan. De ahí deriva la necesidad, para el análisis de los códigos, de encuadrarlos socialmente. Sin tal encuadre, existirán cuestiones relativas a las buenas maneras que difícilmente podrían ser explicadas; cuestiones que ligan las buenas maneras al prestigio, al honor o al linaje; nociones todas ellas básicas en el universo social estamental. El capítulo camina desde lo general a lo particular; si bien su propósito fundamental es el de analizar la inserción de los códigos de buenas maneras en el contexto social estamental y observar la concepción general que acerca de las maneras existe en un contexto social desigualitario.

1. La sociedad estamental del Antiguo Régimen.

Con el concepto de "Antiguo Régimen" designo en España los sistemas que cronológicamente se sitúan entre el final de la Edad Media (siglo XV) y las Guerras Napoleónicas (1808-1814); sistemas previos al advenimiento de los regímenes constitucionales, el capitalismo y una sociedad de clases. El concepto de Antiguo Régimen fue acuñado, curiosamente, cuando el sistema al que da nombre comienza a extinguirse (Nota: Señala Goubert (1971:13) que la aparición del concepto fue extraordinariamente tardía con relación al periodo de vigencia -del siglo XV al siglo XVIII- del sistema del Antiguo Régimen. Es, pues, un concepto que se aplica a título póstumo). La historiografía señala convencionalmente como fecha simbólica de su desaparición el lapso de tiempo que transcurre entre los años 1789 y 1793; esto es, los años de la Revolución Francesa (Nota: Afirma Goubert (1971:14): "[El Antiguo RégimenJ murió muy rápido; si se confronta su agonía de unos cuarenta meses con una madurez de dos o tres siglos y con una gestación-infancia de más de un milenio").

En una presentación muy esquemática, el Antiguo Régimen se caracteriza a) económicamente, por el predominio de la agricultura, por el papel secundario que desempeña la manufactura, por la lentitud de las transacciones comerciales, por las insuficiencias del sistema de préstamo y por la importancia de la tierra como fuente de riqueza; b) demográficamente, por los altos niveles de fecundidad, mortalidad y nupcialidad, por las epidemias, las hambrunas y por las crisis de crecimiento poblacional provocadas por las guerras; c) política y jurídicamente, por la existencia de privilegios sancionados legalmente, por la heterogeneidad administrativa, por la servidumbre personal y por el poder teóricamente absoluto del monarca; d) socialmente, por la consagración de la supuesta natural desigualdad cualitativa del ser humano como factor de estratificación social y, e) mentalmente, por el fervor cristiano, por el analfabetismo, por la vida local y concepciones débiles tanto del Estado como de la Nación (Nota: En un tono cuasi literario aunque provisto de enorme capacidad evocadora, Goubert (1971:31) se refiere del siguiente modo al tiempo del Antiguo Régimen: "Es la época de los dialectos y las brujas, los pastores y los molineros, los señores y los diezmeros, los aduaneros locales y los sargentos, el trueque y los mercados pequeños, el ritmo de la mula y el peatón, de las estaciones y los signos del Zodíaco, con el rey y Dios bien lejos, jueces supremos, recursos supremos, supremos consuelos").

Como apunta Goubert (1971:21), el Antiguo Régimen es un sistema de una pieza con tradiciones, usos y costumbres propios además de una mentalidad e instituciones que le son características. Su base social, jurídica, económica, política y mental permaneció sólidamente apuntalada por espacio de tres siglos (XV, XVI y XVII) y pese a que tal base resultaría seriamente dañada desde el siglo XVIII, pueden encontrarse indicios, elementos o restos del Antiguo Régimen tiempo después de su fecha oficial de defunción (Nota: Armo J. Mayer (1981:15) entiende al respecto que coletazos del Antiguo Régimen se dejan sentir incluso en pleno siglo XX. A su juicio, la I Guerra Mundial fue, en alguna medida, producto de la movilización tardía de elementos definitorios del Antiguo Régimen).

La forma básica de estratificación social adscrita al Antiguo Régimen es la estamental (Tezanos, 1992:305-307). Fue Max Weber quien elaboró la definición sociológica de estamento en términos generales y por tanto, prescindió para ello de contenidos históricos. Weber habla inicialmente de "situación estamental" aludiendo al componente típico del destino de personas condicionado por estimaciones sociales del honor vinculado a alguna cualidad común a variadas personas. En consecuencia, un estamento sería aquel conjunto de personas que comparten una misma situación estamental (Giner, Lamo de Espinosa y Torres, 1998; voz "estamento") Desde una perspectiva histórica, tres han sido los estamentos que tradicionalmente se han distinguido: nobleza, clero y burguesía (Giner, Lamo de Espinosa y Torres, 1998; voz "estamento"). Cada una de estas categorías viene a ser integrada por un número concreto de personas cuyo origen y nacimiento es común y a partir del cual a) se asignan bienes materiales, privilegios, derechos y obligaciones sancionados por un estatuto jurídico propio y diferente según cada estamento y, b) se pretende un nivel concreto de estimación social asentada en un modo de vida específico y en un prestigio hereditario; funcionando esto último ante todo en el estamento superior, esto es, la nobleza.

Desde la Edad Media, se propugna una teorización de la sociedad que hace de ésta una suerte de organismo biológico con sus correspondientes funciones vitales, las cuales han de ser convenientemente desarrolladas. El desarrollo de estas funciones compete a los diferentes estamentos, a los que les son asignados a su vez, en virtud de la función desempeñada, un abanico de derechos y deberes amén de una posición en la jerarquía social. A la nobleza le corresponde la función de la defensa y el mantenimiento del orden establecido; al clero, la función del rezo y la salvaguarda de la salud espiritual del hombre y al tercer estado o estado llano, la función de trabajar y sustentar materialmente el entramado social (Tezanos, 1992:306-307) (Nota: El valor del esquema tripartito nobleza-clero-estado llano reside en su capacidad para describir sintéticamente la realidad social del Antiguo Régimen. Atesora un más que aceptable potencial explicativo. Esto no quiere decir que no deban efectuarse las precisiones necesarias para dar cuenta, por ejemplo, de las dosis de movilidad social existentes dentro de un esquema que se antoja, supuesta y teóricamente, inamovible y cerrado. No es el objetivo de esta investigación hacer inventario de estas cuestiones aunque algunas de ellas, aquellas que entiendo guardan relación con las buenas maneras, sí que serán aquí apuntadas.

La bibliografía al respecto es ingente. Sólo citaré de la que me he servido para contextualizar los códigos de buenas maneras en la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Así pues, para el periodo bajomedieval he consultado Menéndez Pidal (1969), García de Cortázar (1973), Huizinga (1978), Southern (1984), Le Goff (1990), Guriévich (1990), Fossier (1996) y Le Goff (1999). Para el periodo moderno he contado con Fernández Alvarez (1983), Atienza Hernández (1987), Fernández Álvarez (1990) y Martínez Shaw (1998). Por último, para el periodo cortesano me he servido de Domínguez Ortiz (1976), Artola (1982), Domínguez Ortiz (1989), Elliot (1991) y Casey (2001)). Así pues, serán estos tres los estamentos que básicamente conformen la sociedad estamental (Nota: Afirma Maravall (1972:12, volumen II): "Las funciones sociales y sus respectivos complejos estatutarios se atribuyen a grupos humanos cuyos individuos quedan aproximados entre sí por el ejercicio de una igual función y por ese mismo hecho, separados de los demás grupos, a los que se le asigna una posición diferente".).

 

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