Cómo hacer las presentaciones. Quién presenta a quién (con vídeo)
Si el anfitrión, como suele ser normal, tiene demasiados compromisos que atender, no será posible estar pendiente de todas las presentaciones de la fiesta o reunión
Cuál es la forma más apropiada de hacer las presentaciones
Como invitados a una fiesta, a una casa o a cualquier clase de acto social, no podemos ser nosotros los primeros en dar el paso para hacer las presentaciones. Siempre debemos esperar por el anfitrión que hace las veces de "introductor" o mediador.
Ahora bien, si el anfitrión, como suele ser normal, tiene demasiados compromisos que atender, no será posible estar pendiente de todas las presentaciones de la fiesta o reunión. ¿Qué hacer? ¿Quién hace las presentaciones entonces?
Ayudar a los anfitriones con las presentaciones
Hay dos opciones cuando se da el caso en el que los anfitriones están muy ocupados y no nos puedan presentar. Estas opciones son:
1. Recurrir a un amigo común o persona de confianza que conozca a esa persona para que nos sirva de "mediador" al hacer una presentación.
2. Optar por la fórmula de la autopresentación, siempre procurando no interrumpir a las personas a las que nos vamos a presentar.
La autopresentación: el último recurso
Si optamos por autopresentarnos, o nos queremos presentar a otras personas, hay que tener cuidado de que no estén ocupadas o en una conversación privada. Debemos procurar no hacer intromisiones a destiempo. Sobre todo con las personas más conocidas. Tampoco debemos hacer una autopresentaciones cuando la otra persona es una personalidad o autoridad importante -nadie se autopresenta al Rey, al presidente del Gobierno o a un Ministro-.
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¿Cómo hacer las presentaciones de forma correcta?
En cualquier tipo de presentación, no debemos olvidar que debemos mirar a la cara de la otra persona, por importante que sea. Es muy poco educado desviar la vista, o bajar la mirada al suelo.
Si nos encontrados con alguna persona que no es de nuestro agrado, e incluso que tenemos una fuerte enemistad con ella, lo mejor es ignorarla para evitar amargarnos la noche y amargársela a los demás. Si no podemos evitar su presencia en un grupo o corrillo trataremos de comportarnos de forma correcta como si tal cosa. Un simple saludo de cortesía será suficiente para cumplir con unas mínimas normas de cortesía.
¿Dé qué hablamos cuando nos presentan?
Una vez presentados podemos "abrir" un tema de conversación inicial, para evitar ese silencio que a veces se produce después de una presentación. Será un detalle muy agradecido por todos los presentes. Cuidado con el tema de conversación .
Hay que tratar siempre de relacionarnos con otros invitados, y no "arrinconarnos" en un lado de la estancia, permaneciendo en solitario durante toda la velada. Puede preocupar a los anfitriones al pensar que no está disfrutando de la fiesta o la reunión.
Es apropiado hablar con un tono de voz adecuado, fuerte y claro para que entiendan bien los nombres y apellidos de las personas que son presentadas. No obstante, si no hemos entendido alguno de los nombres, cargos, apellidos, etcétera, no dudemos en indicarlo: Perdone (o bien, disculpe), su nombre era..., su apellido era..., no lo he escuchado bien... no lo he entendido bien...
Qué tratamiento utilizar para las presentaciones
Después de una presentación, inicialmente, trataremos a todas las personas de usted, hasta que ellas nos digan lo contrario. Olvidemos el tuteo, tan frecuente en la actualidad. No es uno más moderno por utilizar el tuteo a las primeras de cambio.
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Si nos sentimos incómodos, o un poco apartados de una conversación con otra persona o un grupo de personas, podemos despedirnos de forma educada, con cualquier fórmula de cortesía: "Perdonen, pero acabo de ver entrar a un amigo. Discúlpenme, voy a saludarlo"; "Ha sido un placer charlar con ustedes, pero me tengo que ir (o tengo que dejarles)"; y otras fórmulas similares.
Reglas para hacer de forma correcta una presentación.
La forma correcta de presentar: reglas de cortesía
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