
Romper el Protocolo.
Don Juan Carlos se despide de los segovianos antes de subir al vehículo oficial.
El Rey no dudó en salirse de la comitiva oficial para saludar a personas ajenas a la misma y dio muestras de amabilidad con todos los presentes.
Don Juan Carlos se despide de los segovianos antes de subir al vehículo oficial.
Dicen que los Reyes de España saben romper el protocolo como nadie y amén de que es verdad. Don Juan Carlos dio ayer muestras de ello, dentro y fuera de la Catedral. El soberano estuvo afable con todos, según apuntó al final el propio alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes. Incluso se permitió alguna que otra sonora carcajada en el transcurso de la visita, al hilo de las anécdotas que el comisario de la exposición Antonio Meléndez le contaba frente a las piezas de arte expuestas. Preguntado por los periodistas, Meléndez no quiso desvelar ninguna de esas bromas, «porque no quiero perder con ello la imagen que tengo de persona seria», dijo.
No obstante, y a pesar de la férrea seguridad, el protocolo fue flexible y restringido. Sólo acompañaba al Rey un grupito de autoridades civiles y eclesiásticas que encabezaba el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Con él iban el delegado del Gobierno en Castilla y León, Isaías García Monge; el alcalde de la ciudad; la consejera de Cultura y Turismo, Silvia Clemente; el presidente de la Diputación Provincial, Javier Santamaría; el comisario de la exposición; el presidente de la Fundación Las Edades del Hombre, Rafael Palmero, obispo de Palencia; y el obispo de Segovia, Luis Gutiérrez. En representación de los patrocinadores de la exposición acudieron Atilano Soto, presidente de Caja Segovia, y Juan Manuel Nieto, presidente de Caja España.
Restringida fue la comitiva porque no se admitió la presencia en el grupo de cabeza de concejales, subdelegados del Gobierno y representantes de la Junta de Castilla y León en las provincias. De esta manera, el subdelegado del Gobierno en Segovia, Manuel Junco, la delegada territorial de la Junta, María Dolores Ferri, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento segoviano, Francisco Vázquez, tuvieron que esperar fuera de la capilla donde el Rey procedía a firmar en el Libro de Honor de 'El Árbol de la Vida'.
La jornada deparó varias anécdotas en el interior de la Catedral de Segovia. Antes de su marcha, el monarca recibió dos obsequios: el catálogo encuadernado de la exposición y una pequeña Virgen sentada de influencia románica tallada por un joven escultor de 19 años que colabora con Las Edades del Hombre.
Por otra parte, el mismísimo Rey pudo haber sido el visitante número 700.000 de la exposición, honor que recayó alrededor de las 18.15 horas sobre Milagros García de Paso, de 75 años de edad, procedente de Lucillos (Toledo).
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