
Modas de paseo para los recién casados
Los caballeros llevan el sombrero de terciopelo carmesí, copa elevada, ala ancha y arremangada por detrás
foto base Pexels - Pixabay
Reglas de etiqueta para el paseo de los recién casados
Aquella urbanidad. Modas de la época
Los recién casados salen a paseo de bracero llevando un perrito galgo como símbolo de la fidelidad. La novia debe aparentar calor aunque sienta frío. De ahí proviene el llevar la capota caída. Las capotas a la dernier son embudos guarnecidos de papel dorado.
Las sombrillas han ido reduciéndose hasta tal punto, que las señoras más elegantes llevan un solideo unido a un saca-trapos.
El chal es de estera fina de Elche. El vestido debe tener mucho vuelo para que quepa debajo el ARMADOR de corcho o de algodón, y tan largo que no se vean los pies a fin de poder ahorrar el gasto de medias y zapatos.
Te puede interesar: El lenguaje de la sombrilla
Los caballeros llevan el sombrero de terciopelo carmesí, copa elevada, ala ancha y arremangada por detrás. El uso de un gran cuello de camisa está tan en boga, que los más elegantes ponen el cuello en el cuerpo y los faldones muy almidonados salen de la corbata de suela que también está bastante alta.
La barba a lo patriarca es signo de buen gusto, así es que los jóvenes de gran tono que son por naturaleza imberbes la llevan postiza de esparto de Cartagena o de Almería. Sigue la moda de los higos secos por botones y del bastón de tambor mayor. Los guantes tanto para señora como para caballero son de damasco, el de la mano derecha carmesí y el de la izquierda amarillo. Se ajustan a la muñeca por medio de un bramante o un poco de pan mascado.
Rima para las señoritas solteras
Las señoritas solteras más elegantes van por el Prado saltando sucesivamente una por encima de otra gritando:
A la una le daba la mula.
A las dos le daba la coz.
A las tres los tres hijos de San Andrés; 1, 2 y 3.
A las cuatro brinco y salto.
A las cinco salto y brinco.
A las seis machaca la vieja los ajos en el almirez;
machácalos bien que son para comer,
machácalos mal que son para cenar.
A las siete tente capiruchete etcétera,
mientras que los papás y las mamás las siguen atracándose de melón.
-
7648
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Tan importante como combinar bien los colores es determinar cuántos colores vamos a combinar. A mayor número de colores, mayor es la dificultad para combinarlos
-
En algunos países, como en España, no existe mucha tradición de acudir a este tipo de eventos deportivos
-
La puntas del cuello de la camisa, deben tocar la camisa, y no encontrarse despegadas. Tampoco deberían moverse por tener falta de rigidez -se pueden almidonar un poco las puntas, si se da el caso-
-
El amarillo es un color llamativo que combinar mejor como complementario que como color principal.
-
Las mujeres cuentan con un amplio vestuario entre el que poder elegir cuando tienen un compromiso social
-
La camisa es una de las prendas de vestir más utilizadas por los hombres en su vida cotidiana. La mujer también la viste pero no de forma tan frecuente como el hombre.
-
En un mundo que va demasiado rápido, la corbata exige tomarse unos minutos para dar forma al nudo
-
Una camisa es una prenda de vestir que se puede utilizar en múltiples ocasiones pero que debe tener unas características determinadas para lucirla bien.
-
El calzado es muy importante, pues diversos estudios sociológicos han demostrado que muchas personas en lo primero que se fijan
-
Colocación de las condecoraciones sobre el uniforme. Mérito Militar, Naval y Aeronáutico.
-
La camisa y la corbata son dos elementos que todo hombre elegante debe saber combinar de forma apropiada para cada ocasión
-
El sombrero convive perfectamente con la moda de los tocados, que cobran importancia una temporada tras otra