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¿Así vas a una boda? Cómo vestirse y cómo no para ir a una boda. La etiqueta para asistir a una boda (con vídeo)

Vestir de blanco o de rojo en una boda no son elecciones muy acertadas

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Los protagonistas son los novios. No es correcto tratar de llamar la atención con nuestra forma de vestir
Qué colores no se deben vestir cuando vamos invitados a una boda. Los protagonistas son los novios. No es correcto tratar de llamar la atención con nuestra forma de vestir

Deja que la novia sea la protagonista del día. Los colores que no deberías vestir como invitada a una boda

Elegir un vestido perfecto para asistir como invitado a una boda requiere conocer las reglas no escritas de etiqueta que garantizan el respeto hacia los novios y la etiqueta de la celebración. La línea entre lo elegante y lo inapropiado puede ser sorprendentemente fácil de cruzar.

El error más común y considerado por la mayoría de la gente como bastante inapropiado es vestir de blanco, color reservado para la novia. La invitada que viste de blanco le quita su protagonismo a la novia en ese día tan especial para ella. Igualmente controvertido resulta el uso del color rojo intenso, un color que por su naturaleza llamativa y su fuerza puede desviar la atención indebidamente hacia quien lo viste, transmitiendo un mensaje equivocado en una celebración donde los protagonistas deben ser los novios. La clave para una elección acertada reside en seleccionar prendas elegantes que respeten tanto el código de etiqueta especificado en la invitación como la solemnidad del evento.

Tanto el negro absoluto, que puede evocar un look fúnebre inapropiado para una celebración, como la excesiva informalidad de vestir jeans o zapatillas deportivas, constituyen elecciones que desentonan con la celebración. Para los vestidos o conjuntos negros, la recomendación de los expertos en etiqueta sugiere incorporar toques de color que alejen la apariencia de luto, mientras que para evitar la informalidad extrema, es importante consultar detenidamente el código de vestimenta indicado en la invitación. Ante la duda sobre el nivel de elegancia requerido, la regla de oro establece que es preferible presentarse vestido un poco más formal que de una forma menos elegante, asegurando así que nuestra imagen comunique respeto hacia la importancia del evento y permita que los novios brillen como los únicos protagonistas de su celebración.

Vístete con elegancia, con estilo y con respeto a los códigos de etiqueta. Deja que la novia sea la protagonista del día.

Cuéntanos.  ¿Cuál es el peor outfit que has visto en una boda?

 

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