
Las propinas. Protocolo social. Entrevista a José Antonio Urbina
En lo que a propinas se refiere, ¿es mejor pasarse o quedarse escaso?
Kyriaki
Entrevista a José Antonio Urbina, ex diplomático y asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores
El tema de las propinas suscita innumerables debates y no pocas dudas cuando se viaja a otros países. Aunque empiezan a ser universalmente aceptadas, todavía hay lugares en el mundo donde no tienen la costumbre de recibir o aceptar propinas.
¿En lo que a propinas se refiere, ¿mejor pasarse o quedarse escaso?
- Siempre es mejor pasarse, aunque nunca en exceso, porque enseguida nos catalogarían de nuevos ricos.
¿Qué hacer si no conocemos las costumbres de otros países?
- Pues como dice el refrán, "donde fueres, haz lo que vieres". Yo suelo coleccionar billetes de un dólar, y cuando salgo de viaje los utilizo para dar propinas. Siempre son bien recibidos y me evitan andar buscando monedas sueltas en los bolsillos.
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¿Hay lugares donde la propina se entienda como un pecado?
- En los países nórdicos se ofendían porque aceptar propina les parecía un acto de servilismo. En Escocia, cuando vas a dejar una cantidad en un restaurante, el camarero, con exquisita amabilidad, lo rechaza argumentando que allí no es costumbre dejar propina. También es cierto que no debemos dar propina a quienes se ocupan del ropero en una institución o en una casa particular. Aún así, hay quien lo hace y estos empleados se callan, pues si dicen algo, les pondrían en ridículo.
¿Queremos comprar personas cuando damos una propina?
Yo creo que ya no, aunque hace años, cuando éramos un país pobre, la propina se solía entender como un acto de soborno consentido, y eso que el español siempre ha tenido claro el valor de la honestidad.
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