Reglas de etiqueta y buenos modales para discutir con educación. Expresar opiniones no compartidas por otras personas
Es muy recomendable comenzar un relato o razonamiento con algún tema con lo que los demás participantes estén de acuerdo. Es un buen punto de partida para generar un ambiente positivo y de cordialidad
Cómo podemos debatir o discutir sin perder los buenos modales
Es bastante habitual expresar opiniones contrarias o distintas a otras personas en muchos ámbitos o temas. En cuestiones deportivas, religiosas, políticas, etcétera. Pero una cosa si hay que tener muy clara: nos podemos expresar con educación y con respeto, aunque nos cueste hacerlo.
Lo que nace como una conversación, puede en algunas ocasiones derivar una discusión o debate. Lo primero que debemos hacer es no perder la calma. No hay por qué llegar a un acuerdo, pero tampoco faltar al respeto o decir algo de lo que nos podemos arrepentir más tarde. No es necesario gritar, insultar o levantar la voz.
1. No levantes la voz, mejora tu argumento.
La persona que más grita no es la persona más convincente. La persona más convincente es la persona que tiene mejores argumentos. El porqué sí, o porque yo lo digo, no vale. Hay que razonarlo.
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2. Tiende un guante de concordia.
Es una buena táctica comenzar con un relato o un razonamiento con el que los demás participantes estén de acuerdo. Es un buen punto de partida para generar un ambiente positivo y de cordialidad. Es la técnica que utilizan muchos comerciales para vendernos cosas que no necesitamos.
3. Sin buena educación no hay discusión.
Defender un argumento, opinión, idea, etcétera, no consiste en insultar o descalificar a las otras personas. Este tipo de comportamientos desacreditan al propio autor de estas acciones o comportamientos.
4. Centrarse en el tema que se está discutiendo o debatiendo.
En ocasiones, cuando no se tienen argumentos, se intenta cambiar de tema. No es lo más apropiado. Eso puede generar una mayor hostilidad. Ni tampoco es bueno 'salirse por la tangente'. Todo este tipo de 'artes disuasorias' pueden empeorar una discusión.
5. Mejor aportar datos que opiniones.
Las opiniones pueden ser más o menos subjetivas, pero los datos son objetivos. Por mucho que se quieran interpretar, como se suele decir comúnmente, dos más dos son siempre cuatro.
6. Es mejor escuchar antes de hablar.
No siempre hablamos con el suficiente conocimiento de los argumentos del otro porque no escuchamos. Primero debemos escuchar y luego rebatir.
7. Turnos, no monólogos.
Hay que marcar unos tiempos para que cada uno defienda su posición. Mejor, hablar sin interrupciones. Ya llegará el turno de contestar.
8. El silencio puede ser una 'opinión'.
Una forma de expresar disconformidad es el silencio. Hay personas muy necias que se niegan a razonar o que no respetan las opiniones de los demás. En estos casos el silencio puede ser el mejor 'argumento'.
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9. ¡Pensar antes de hablar!
No es aconsejable decir lo primero que se nos viene a la cabeza. Es mejor contar hasta 10, como se suele decir, que 'lanzar' lo primero que se nos ocurra. Ya conoce el dicho: "Hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida". Cuidado con lo que decimos, no hay vuelta atrás.
10. Evitar utilizar palabras como siempre, jamás, nunca...
Hay palabras demasiado tajantes que no admiten discusión o que corta cualquier posibilidad de réplica. No hay que ser tan concluyentes en un debate o discusión. No hay verdades universales, casi ni en la ciencia.
Resumiendo, debatir o discutir de forma educada es todo un arte. La facilidad de palabra, la capacidad de expresarse con claridad y otras muchas características son las que nos hacen ser buenos en estas lides.
Aquí dejamos dos vídeos para aprender a escuchar mejor
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