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El saludo, una costumbre en declive

La negación del saludo, es una forma de mostrar hostilidad respecto a la otra persona o grupo de personas

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Abrazo como saludo.
Saludo. Abrazo como saludo.

Los buenos modales y los saludos de cortesía

La mayoría de las personas en sus relaciones cotidianas saluda de forma amable, salvo los casos de mala educación, a las personas con las que se relaciona -vecinos, compañeros de trabajo, conocidos...-. El saludo de cortesía se está perdiendo como podemos comprobar casi a diario y por desgracia, cada vez con mayor frecuencia. Todas las personas, en sus relaciones diarias, tanto en el ámbito social como en el laboral, necesitan de gestos, palabras y formas diversas para saludar, para expresar sus intenciones con respecto a los demás.

Vamos a centrarnos en los saludos de cortesía en dos de sus formas más usadas:

- el saludo "de paso", ese que se hace a un conocido o amigo en la calle, y en grandes espacios abiertos, en el que no se detiene ninguna de las partes implicada. Simplemente se hacen un gesto mutuo o se dicen unas palabras: "Adiós", "Hasta luego"...;

- y el saludo "superficial" o de cortesía, ese saludo que se hace al entrar en un establecimiento, en una oficina y, por lo general, en cualquier espacio cerrado y que va dirigido a todo el mundo -a nadie en concreto-.

Las 'hostilidad' y la negación del saludo

La negación del saludo, es una forma de mostrar hostilidad respecto a la otra persona o grupo de personas. Hacer omisión de una forma socialmente entendida como de cortesía, supone una actitud negativa hacia esa persona o colectivo, y en el caso del saludo "superficial" o de cortesía, supone un acto de mala educación.

El saludo "superficial" debería ser una forma universal de cortesía, con independencia de las posibles relaciones personales existentes entre los saludados. Es decir, en cierta medida, debería ser una forma de reconocer la presencia de otra persona, sin que por ello tenga que haber alguna otra conexión entre ellas. Saludar a una persona que no conocemos en el ascensor, o en la consulta de un médico, no implica, que haya o deba de haber otro tipo de relación con esa persona. Pero, el saludo hace mantener unas determinadas formas que no se deben perder.

El saludo, puede interpretarse, en función de cómo se haga el mismo. Puede ser de simple cortesía, de amistad, de amor o de cariño. El saludo de cortesía o "superficial" así como el "de paso", es siempre más neutro, y generalizado. Son más, una manera de guardar las formas. Son saludos carentes, en gran medida, de otras connotaciones más personales.

Saludos sin contacto físico. El gesto de saludar

El saludo puede conllevar contacto físico o no. Puede ser una leve reverencia o bien puede ser un beso o un abrazo. Pero el saludo "superficial" y el "de paso" solo implican un gesto o unas palabras, pero casi nunca media un contacto físico.

El saludo "superficial" puede ser representativo de un determinado grupo o colectivo, por ejemplo el saludo que hacen los integrantes de un equipo deportivo o bien los que tienen algunas bandas o asociaciones juveniles, por ejemplo.

El saludo "de paso" guarda una estrecha relación con los núcleos poblacionales en los que se mueve una persona. Los habitantes de un pequeño pueblo o villa suelen hacerse un saludo en la calle y en cualquier otro sitio público en el que se encuentran. En las ciudades y otros entornos más numerosos el saludo queda restringido a un número muy pequeño de personas que forman su círculo más cercano. Lo mismo ocurre con el saludo "superficial" o de cortesía, que se llega a perder en espacios reducidos, como puede ser el ascensor o una sala de espera, en los grandes núcleos poblacionales.

Saludo. Dar un abrazo
Abrazar. Saludo. Dar un abrazo

Si nos centramos en el saludo "superficial" o de cortesía general, ese buenos días que se da al entrar en un establecimiento, en un ascensor, en una sala de espera, etcétera, podemos ver que su cotidianeidad se va perdiendo a pasos agigantados. Cada vez menos personas, al menos en las grandes urbes, saludan al entrar en un establecimiento. Van directamente al asunto que les llevó a él. Quiero esos zapatos, ese bolso, ese vestido... pero pocas personas comienzan con un saludo de cortesía al entrar.

Motivo para otro artículo, sería, no solo el saludo, sino cómo saludar : sin estar cubiertos (sombrero, visera, etc.), o con gafas de sol u oscuras puestas, o saludar mientras hablan por el teléfono móvil -celular-, o saludar mientras está fumando, etc. No salude nunca en ninguna de estas circunstancias. Ni cubierto, ni fumando, ni hablando por el móvil, ni haciendo cualquier otra cosa que no sea saludar. Luego puede usted iniciar o continuar con su actividad.

 

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