Los deberes de la hospitalidad.
El obsequio de salir a recibir al huésped a quien se aguarda es un deber imprescindible.

Aquellos de mis lectores que, por hábito o instinto, temen las menores apariencias de sujeción y que habrán, quizá, encontrado asaz molestas las lecciones de urbanidad, opinando que la civilización las ha prodigado desmedidamente, hubieran, sin duda, evitado la siguiente observación por principio de este artículo. ¿Qué son en efecto las débiles obligaciones de la hospitalidad moderna, comparados a los religiosos deberes de la antigua hospitalidad?
Creemos excusado entrar en los detalles del esmero y diligencia con que se debe procurar en adornar y proveer de lo necesario la habitación que se destina a un huésped, y juzgamos suficientemente ilustradas a lo general de las personas a quien nos dirigimos para que puedan necesitar de minuciosas advertencias. El instinto de la atención, es suficiente para acertar en esta materia.
El obsequio de salir a recibir al huésped a quien se aguarda es también un deber imprescindible.
Prestarle vuestra compañía a todas horas y enseñarle con la mayor diligencia y amabilidad cuanto tenga de notable la casa, la ciudad o la campiña; organizar algunas pequeñas partidas de placer o distracción, son obligaciones de hospitalidad a que jamás debe faltarse.
Para hacer los honores en casa propia, se necesita mucho tacto, finura, práctica del mundo, y una igualdad de humor acompañada de una buena dosis de oficiosidad. El jefe de la casa, debe olvidarse a si mismo, para ocuparse de los otros; pero sin intención ni afectación; animar a las personas tímidas y colocarlas en su puesto; entretener la conversación con destreza mas bien que sosteniéndola el propio.
La señora de la casa, debe mostrarse oficiosa, atenta, y prestarse a las costumbres particulares de cada uno, dando a entender que tiene la mayor satisfacción en tener en su casa al huésped.
Por su parte éste debe mostrarse muy satisfecho y reconocido de la recepción que se le ha hecho, y al marchar debe dar una gratificación a los domésticos, escribiendo tan pronto llegue a su destino, una finísima carta.
Los deberes de la hospitalidad son inflexibles, apremiantes y onerosos, mas de una obligación indispensable. Omitirlos, sería exponerse a pasar por persona de ninguna educación y delicadeza, colocando a sus huéspedes en una situación harto penosa y difícil.
Estas mismas consideraciones, deben también tenerse presentes, para no aceptar con facilidad tales invitaciones.
-
4726

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando una persona tiene una relación de confianza con otra persona que se basa, principalmente, en la reciprocidad se puede decir que son amigos
-
Cortesía y amabilidad en tiempos donde la tecnología lo invade todo. Cómo recuperar el contacto humano frente al digital
-
El problema, en el fondo, como muchos de los problemas emocionales es una creencia irracional. Necesitamos que todo el mundo nos trate bien todo el tiempo
-
Las relaciones personales y sociales se basan en tener una buena comunicación con los demás
-
En los lugares de culto se ha cambiado, en muchos casos, la genuflexión por la reverencia
-
Los gestos que relacionamos con la palabra, de ahí que también se les denomine co-verbales, son los que utilizamos cuando estamos hablando con otra persona
-
La etiqueta del té: ¿Reglas inflexibles o simples sugerencias?
-
Comportamientos que te hacen quedar mal con los anfitriones y cómo evitarlos siguiendo nuestros consejos
-
Etiqueta social: Cómo usar nuestro teléfono móvil sin perder el contacto humano
-
Conjunto de cumplidos y ceremonias que debemos emplear en todas las personas y todas las situaciones de la vida
-
Relacionarse con los demás puede ser algo agradable para las personas más extrovertidas, pero puede no serlo tanto para las personas introvertidas
-
La preparación de un estupendo pícnic para compartir con nuestros amigos, familiares, seres queridos...











