
Cortesía y puntualidad en Afganistán
La puntualidad es algo muy relativo en una país donde el concepto de tiempo es muy 'particular'
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Afganistán: llegar puntuales a las citas y compromisos
Ser puntual en Afganistán: llegar a tiempo
La medida del tiempo para los afganos es muy relativa. No se suelen preocupar mucho por el tiempo, ni por llevar a rajatabla los plazos y los horarios.
Para ellos son mucho más importantes las relaciones personales que el cumplimiento de los horarios. No obstante, varía mucho, el concepto de puntualidad en el ámbito privado y en el mundo de los negocios o el entorno empresarial.
En el ámbito privado se toman la vida con cierta calma, concediendo una mayor importancia a la conversación y a disfrutar del momento, que a la cantidad de tiempo consumida. No suelen tener prisa, ni suelen tener un concepto del tiempo como lo tenemos en otros países. El tiempo no es lo más importante. Por eso, no es nada extraño, llegar con cierto retraso a todo tipo de compromisos y citas.
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La puntualidad en el mundo de los negocios
Si hablamos del mundo empresarial, la puntualidad es mucho más tenida en cuenta, pero tampoco, les llega a agobiar o a causar algún tipo de estrés. No se toman las cosas con tanta calma como en el ámbito privado, pero relativizan mucho todas las cuestiones referentes al tiempo, los plazos y los horarios.
En el ámbito empresarial prefieren mantener unas buenas relaciones comerciales, basadas en la honestidad y en un buen trato a nivel humano, más que darle más valor al tiempo y a la administración del mismo. Es importante tener en cuenta esta 'impuntualidad' para programar otras citas o reuniones que tengamos con un amplio margen de tiempo, para evitar tener que posponerlas o cancelarlas.
Por las razones anteriormente expuestas, las reuniones se pueden prolongar mucho más de lo que sería habitual en una típica reunión de negocios celebrada en cualquier otro país. No debemos inquietarnos, ni impacientarnos. Su forma de 'administrar' el tiempo, como hemos comentado, no es igual que la nuestra. No le dan el mismo valor al tiempo que las personas de otros países. Debemos 'adaptarnos' todo lo posible a sus costumbres.
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