Procrastinar, una costumbre social muy poco educada
No contestar a una invitación, confirmando o excusando su asistencia, es de mala educación
Procrastinación y protocolo
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
¿Usted es una persona que pospone contestar a las invitaciones que recibe? ¿Le cuesta escribir una carta o un correo electrónico cuando quiere contar algo a un amigo o familiar? ¿Deja de un día para otro llamar a ese amigo o compañero que ha pasado o está pasando un mal momento? Si ha respondido a alguna de estas preguntas que sí, es posible que usted esté procrastinando.
Pero ¿qué es esto de la procrastinación?
Lo podemos definir de una forma muy sencilla como dejar de hacer algo o postergarlo para realizar otras actividades que nos parecen más divertidas, amenas, agradables o menos tediosas o aburridas. La definición "oficial" del diccionario de la R.A.E. nos indica que procrastinar es "diferir, aplazar".
Es posible que le pueda parecer un fastidio tener que ponerse a contestar a una invitación que le han hecho. O bien tener que escribir una nota de agradecimiento por lo bien que lo pasó en la última fiesta a la que le invitaron. Pero si no quiere ser "repudiado" socialmente, debe hacerlo cuanto antes.
No contestar a una invitación, confirmando o excusando su asistencia, es de mala educación. No agradecer a unos buenos anfitriones su amabilidad y sus atenciones, tampoco es de personas educadas. No acordarse de las "fechas señaladas" denota poco interés por sus amigos y familiares.
Tareas poco agradables pero necesarias
Claro que no es fácil llamar o escribir a un amigo que está pasando un mal momento, personal, emocional, etcétera. Pero hay que hacerlo. Posponer esta tarea solo hará que se sienta peor y que cada vez alargue más ese momento que debe afrontar tarde o temprano.
Socialmente hay que atender muchos compromisos y no es apropiado aplazarlos de forma constante como queriendo que pase el tiempo y todo se solucione o se olvide. Hay que afrontar este tipo de "obligaciones sociales" sin aplazamientos, salvo contadas excepciones.
¿Cómo podemos solucionar esta forma de actuar?
Una manera de vencer la procrastinación es hacerse un esquema en un papel o bien en su teléfono móvil -celular- o en su tableta detallando las tareas o compromisos que debería atender. Si alguna de esas tareas le supone un gran sacrificio e incluso un problema, debe tratar de identificar por qué le cuesta tanto: le da miedo, le produce ansiedad, le molesta, le paraliza, etcétera.
Te puede interesar: Cómo decir que no a una invitación
En la mayoría de los casos es más ficción que realidad. Se hacen conjeturas, se imaginan cosas, etcétera, que luego no suceden en realidad. No hay que pensar de forma negativa sino positiva. A nadie le va a parecer mal que excuse su asistencia si avisa con tiempo; nadie se va molestar si está nervioso y comete algún error durante una comida; no es tan terrible tener que acompañar a un amigo o familiar en un mal momento... Se va a sentir mucho mejor acometiendo estas "tareas" que postergándolas.
Las recompensas ayudan a no procrastinar
Otra forma de abordar estos "compromisos" es dándose alguna recompensa una vez cumplida esa formalidad. Salir a comer, comprarse esa prenda que tanto le gusta, ir a ver una película que acaban de estrenar, etc. Tener un aliciente para "cumplir" puede ser una forma de motivación para evitar procrastinar.
No hay que darle más vueltas. Recuerde el conocido refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Mientras más cosas deje para mañana más cosas se le irán acumulando y cada vez se le hará más cuesta arriba cumplir con todos sus compromisos y tareas. Póngase manos a la obra, no es tan terrible como cree.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El término protocolo es utilizado para referirse a todo tipo de actos y actividades que tienen que ver con tanto con los preparativos como con el desarrollo de los mismos
-
El Whatsapp ha llegado a nuestras vidas sin apenas darnos cuenta. Es uno de los medios de comunicarse más utilizados en todo el mundo. Pero, podemos ponerle algunos límites
-
Los buenos modales y las reglas de cortesía sirven para relacionarse cordialmente con los demás. Cuando hay una ausencia de estos buenos comportamientos las relaciones se vuelven poco agradables
-
El orgullo es el sentimiento de satisfacción que sentimos por algún logro obtenido, por un objetivo cumplido... pero sin convertirlo en un sentimiento exagerado que puede llegar a hacer de menos a los demás
-
La gente de Córdoba es delicada en su comportamiento, tiene buenas maneras y muestra educación
-
La conversación debe versar sobre temas de interés general que no sean muy personales ni demasiado polémicos o susceptibles de originar agrias discusiones
-
Un almuerzo o una cena suelen tener un momento previo -aperitivo- y otro posterior -sobremesa- de cierta relevancia
-
El protocolo social es mucho más flexible de lo que piensan muchas personas y se adapta perfectamente a cada momento y a cada circunstancia
-
Emocionarse es algo natural e inherente en los seres humanos. Lo que hay que tratar de lograr es que esas emociones no condicionen nuestra vida
-
Nuestros defectos tienen dos caras, como la mayoría de la cosas. Por eso podemos aprender a aprovechar la parte positiva de nuestros defectos
-
Saludar a los invitados en celebraciones muy numerosas puede ser una tarea bastante complicada
-
¿Qué debemos contestar a una pregunta indiscreta o alguna cuestión impertinente?