Pedir disculpas. Pedir perdón. Cómo decir, lo siento (con vídeo)
Tan importante como aprender a pedir las cosas por favor y a saber dar las gracias por todo, es bueno ejercitar algo que no es tan habitual: pedir disculpas, pedir perdón
Cómo decir 'lo siento'. Cómo ofrecer una disculpa
Es bueno saber pedir perdón u ofrecer unas disculpas a tiempo
En nuestra vida diaria no es nada extraño incurrir en algún error, meter la pata o cometer alguna equivocación. No importa, todos erramos y somos humanos. Lo más importante de todo es saber pedir disculpas a tiempo o pedir perdón por un error cometido.
Desde muy pequeños nos suelen enseñar a pedir las cosas 'por favor' y a dar las 'gracias' cuando nos ofrecen un regalo o recibimos una atención especial; también, cuando nos hacen un favor o nos enseñan a dar las gracias por algún otro detalle de cortesía. Pero no es tan habitual que muchos padres enseñen a sus hijos a pedir disculpas o perdón. Puede ser una cuestión de orgullo o de cabezonería, pero no es tan común como quisiéramos ver en las personas adultas o en los niños el gesto de pedir disculpas o perdón.
Hay que enseñar y aprender a pedir disculpas
A diario hay cientos de situaciones en las que sería bueno acostumbrarnos a pedir disculpas: ese tropiezo fortuito, pero doloroso, con el carrito de la compra del supermercado; ese portazo en las narices, con o sin intención, vaya usted a saber, cuando entramos detrás de otra persona; ese tropiezo con una maleta, con una bolsa, con un paraguas... o un simple empujón; ese portazo dado a un peatón cuando una persona se baja de su automóvil y abre la puerta de forma inesperada... etc., etc.
Cualquiera que lea estas líneas puede pensar que estamos exagerando. Pero la realidad es que muchas de estas personas en estas circunstancias o bien se hacen las despistadas -te golpean el talón con el carrito de la compra y miran para otro lado como si no fuera con ellos- o bien culpan al propio dañado -te golpean con la puerta del coche y encima te dicen que mires por donde andas -. Así son las cosas. Salvo en los casos de una vergüenza o timidez enfermiza en la que apenas puede relacionarse con los demás, hay que ser muy poco educados y cívicos para ignorar estas circunstancias y no saber pedir perdón o al menos disculparse.
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¿Tanto cuesta pedir disculpas o perdón?
Nadie nos va a reprochar nada -salvo algún energúmeno-. "Lo siento, ¿le he hecho daño?", "Perdone, no le vi entrar", "Disculpe, no iba mirando donde debía", "Perdón, ¿le he lastimado?", etc.
Una disculpa será mucho más persuasiva y convincente si reconoce, e incluso reitera, la naturaleza de la falta: "Lo siento, ayer no tuve un buen día por culpa del trabajo y lo pagué contigo". Siendo más específico que diciendo un simple "Lo siento", se reconoce la culpa, sin hacer ningún tipo de insinuaciones o acusaciones.
Hay que saber disculparse
La mayoría de la gente sabe aceptar una disculpa. Hay decenas de ejemplos, pero uno de los más mediáticos fue el gesto del Rey Juan Carlos I al pedir disculpas por un viaje que hizo a la república de Botsuana para cazar elefantes. Bastaron estas diez palabras de disculpa: "Lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir" para ganarse a la mayoría de la gente. De hecho, en las encuestas que periódicamente realiza el C.I.S. -Centro de Investigaciones Sociológicas-, la valoración de la figura del monarca subió de forma espectacular.
Tan importante es disculparse como saber aceptar una disculpa
Otro buen ejemplo de la importancia de pedir perdón es el Yom Kipur . El Yom Kipur es el día en el que la comunidad judía conmemora el día de la expiación, del perdón y del arrepentimiento de corazón. En el calendario hebreo, Yom Kipur comienza en el anochecer del noveno día del mes de Tishrei y continúa hasta el anochecer del siguiente día. En este día se aprovecha para pedir perdón a un familiar al que se ha ofendido, a un vecino al que se ha molestado, al compañero de trabajo con el que está enfadado, etc. Es un día en el que se trata de "limpiar" cualquier "mal rollo" con los demás, sea por el motivo que sea. Es el punto de partida para tratar de llevarse bien con los demás.
Resumiendo. Está muy bien pedir las cosas 'por favor' y dar las 'gracias' por todo... pero no es suficiente. Hay que aprender a disculparse, a pedir perdón las veces que sea necesario. Esta actitud nos hará ser mejores personas y nos facilitará las relaciones con los demás.
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