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Cómo ser un buen cliente en un restaurante. Consejos de etiqueta. Por favor, respetar a los camareros y su trabajo

La etiqueta en los restaurantes: cómo lograr una relación armoniosa entre los camareros y los clientes

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El cliente siempre tiene la razón... no siempre tiene por qué ser así
Las relaciones de los clientes con los camareros deben ser buenas y respetuosos. El cliente siempre tiene la razón... no siempre tiene por qué ser así

Relaciones clientes - camareros. Claves para llevarse bien

Salir a comer a un restaurante suele ser una buena noticia para casi todo el mundo. Es el momento de poder disfrutar de una comida en compañía de amigos o familiares. De poder tomar un plato que no solemos comer a menudo. En definitiva, disfrutar de una rica experiencia culinaria. Pero, ¿sabemos que hacemos algunas cosas que no suelen ser muy correctas?

Falta de respeto y buenos modales

Algunos clientes olvidan con relativa facilidad que están tratando con personas y pierden sus buenos modales. Ni piden las cosas por favor, ni dan las gracias. Incluso, gritan a los camareros. Se creen que porque pagan pueden tratarlos mal. Y eso no es así. Todo el mundo se merece un respeto. La conocida frase: "el cliente siempre tiene la razón" no hay que tomáserla al pie de la letra. Porque no es así, aunque algunas veces para evitar perder clientes haya que hacerlo.

Tratamientos de cortesía. De igual manera que el camarero nos trata de usted, nosotros también debemos tratar de usted al camarero. No es muy apropiado tutear al camarero ni tomarse cualquier otro tipo de confianzas.

Clientes impacientes

Todos hemos tenido que esperar alguna vez a que nos atiendan. Puede ser debido a múltiples factores: un momento de mucha afluencia de personas, falta de personal, un problema en la cocina, etcétera. No podemos pagar nuestro enfado con el camarero. Si queremos quejarnos, preguntaremos por el responsable del local. No podemos olvidar que, al igual que nosotros, los camareros también están haciendo su mejor esfuerzo para garantizar que todo salga bien y que los clientes tengan una buena atención.

El camarero no es un adivino

Cuando pedimos algo a un camarero debemos ser claros y directos. El camarero no puede adivinar nuestras preferencias y necesidades. Si no lo dejamos claro pueden darse malentendidos. Son habituales las quejas por muchos motivos: carnes muy hechas o poco hechas, pescados cocinados con salsas que llevan ingredientes que no podemos tomar, guarniciones que no queremos, etcétera. Hay que tratar de ser muy precisos cuando pedimos la comida. Si tenemos dudas, lo mejor es preguntar. El camarero está para ayudarnos y resolver nuestras dudas.

No es correcto tratar de cambiar el plato o pedir que lo hagan de otra manera, cuando nos traen lo que hemos pedido. Solo se sustituye el plato cuando no está en buenas condiciones o no es lo que hemos pedido. Si hemos cometido un error, hay que asumirlo o, al menos, reconocerlo.

El camarero tiene más cosas que hacer

Si no tenemos decidido lo que vamos a tomar, no vamos a hacer perder el tiempo al camarero. Vamos a pedirle unos minutos, para que él pueda seguir con su trabajo. Cuando lo tengamos claro, entonces podemos llamar su atención para que nos tome nota.

Hablando de llamar su atención, nada de voces, dar palmadas, chasquidos de los dedos o acciones por el estilo. Un simple gesto con la mano alzada bastará para llamar su atención.

'Ayudar' al camarero: mejor que no

Hay veces que la intención es buena, pero el resultado no. Mover el plato o la copa cuando nos van a servir comida o bebida no es una buena idea. Tampoco tratar de juntar cubiertos o apilar platos. Es mejor que lo haga el camarero a su manera. Nuestra ayuda es posible que entorpezca su labor más que servirle de ayuda.

La hora de la cuenta

El gesto de hacer una firma en el aire con la mano suele ser bastante conocido para solicitar la cuenta. Si vamos a dividir la cuenta, mejor tenerlo todo previsto cuando vayamos a pagar. No podemos tener al camarero haciendo cuentas. Las hacemos nosotros. O mejor aún, paga uno y luego ya hace cuentas con el resto.

Los establecimientos de hostelería deben enseñar a sus camareros a ser buenos profesionales
Un camarero profesional sabe muy bien cómo debe tratar a cada tipo de cliente. Los establecimientos de hostelería deben enseñar a sus camareros a ser buenos profesionales

Horarios y sobremesa

No es muy correcto ir a última hora a un restaurante. Nos podemos encontrar con que nos digan que la cocina está cerrada o que cerrará en breve. Además, a última hora es posible que ya no haya tanta variedad de platos para elegir. Sobre todo cuando hablamos de productos frescos.

En cuanto al tema de la sobremesa, cuidado. Nosotros estamos disfrutando tan ricamente, pero el personal del restaurante está trabajando y querrá descansar o hacer su vida. No podemos estar horas y horas después de un almuerzo y que se les junte su horario con el de la cena. O en una cena, que tengan que salir del restaurante a altas horas de la madrugada. Hay que tener un poco de empatía y pensar en los demás.

El comportamiento en un restaurante y el trato con los camareros es lo que nos garantiza disfrutar de una deliciosa comida y un servicio excepcional. Cuando los camareros y clientes se respetan mutuamente, hacemos que sea posible crear experiencias inolvidables y agradables

 

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