Qué es una persona cursi. Consejos de etiqueta para evitar ser cursi en sociedad. Las personas cursis
Cuando nos relacionamos en sociedad nos encontramos con personas y 'personajes' de todo tipo. Una de este 'especies' son los cursis
Cómo es una persona cursi y cómo relacionarse con las personas cursis
Cómo son las personas cursis
La Real Academia Española nos define cursi como: "Dicho de una persona, que pretende ser elegante y refinada sin conseguirlo". Casi seguro que todos conocemos alguna persona cursi dentro de nuestro entorno. Pero, vamos a ver cómo son las personas cursis. También queremos ofrecer algunos consejos para evitar ser cursis.
¿Qué hace que alguien sea una 'persona cursi'?
La cursilería parece estar de moda. Sobre todo en las redes sociales. Una persona es cursi cuando busca aparentar elegancia, un alto nivel social o económico y presume de tener unos modales refinados que, para los demás, suelen rozar el mal gusto. ¿No hay mucho de todo esto en las redes sociales?
La cursilería suele estar muy vinculada a varios conceptos tales como presuntuoso, engreído, petulante, presumido, creído, etc., cuando estos términos son llevados a la exageración. Es decir, no es malo ser presumido, pero en su justa medida.
Te puede interesar: Cómo llamar la atención. Notoriedad. Destacar. Llamar la atención (con vídeo)
Lo que hace a una persona cursi suelen ser los comportamientos exagerados tanto en sus modales como en su forma de hablar y en su forma de vestir. Se pueden vestir prendas caras pero muy mal combinadas o con un pésimo gusto. Se puede ser educado pero no petulante. Se puede ser agradable conversando, pero sin utilizar palabras cursis que suelen emplearse con diminutivos -cariñito, cielito, etc.- o bien que suelen anteponer el adjetivo posesivo 'mi': mi rey, mi príncipe, mi adorada, mi tesoro, etc.
Para evitar ser cursi, es importante encontrar un equilibrio entre lo que se considera correcto, elegante y de buen gusto y lo que no. Un cursi no se comporta de forma natural, sino que suele tener un comportamiento artificial y exagerado. Aparenta una elegancia y una buena educación que no tiene, sino que finge.
Por otro lado, el término cursi también se usa para referirse a aquellas personas que parecen tener una gran cultura, que hablan sobre cosas 'profundas' pero que son bastante superficiales. Disimulan sus carencias culturales, dándole un protagonismo exagerado a las cuatro cosas que saben. Detrás de este comportamiento exagerado suele haber un intento de tapar alguna falta de habilidades sociales o conocimientos
Consejos para no ser un cursi
- No tratar de impresionar a los demás. Debemos aprender a reconocer nuestras limitaciones y errores.
- No tener un comportamiento exagerado, ni pretencioso.
- Cuidado con los halagos desmedidos. No usar un lenguaje exagerado y repleto de elogios que buscan sobrevalorar a los demás de manera excesiva. Simplemente, hay que ser respetuosos con los demás sin caer en adulaciones exageradas.
- Evitar los comportamientos muy serviles.
- Encontrar un equilibrio entre ser muy reservado o demasiado extrovertido.
- Vestir con cierta prudencia sin caer en las estridencias y los conjuntos de vestuario demasiado 'audaces o vanguardistas'.
- Es recomendable evitar compararnos con otras personas, tal como dice el conocido dicho: "las comparaciones son odiosas". Tampoco es apropiado tratar de imitar el estilo o comportamiento de los demás. Si bien pueden servir como fuente de inspiración o referencia, cada individuo es único y posee su propia manera de ser y expresarse.
- Actuar con naturalidad sin dejar de ser uno mismo, siempre acorde a las reglas de etiqueta y cortesía generalmente aceptadas.
El ser cursi puede tener un efecto negativo en nuestras relaciones sociales y en cómo nos perciben los demás. Como hemos comentado en los párrafos anteriores, hay varias maneras de evitar comportarse de una manera cursi. Solo debemos de ser conscientes de nuestras acciones y actuar de forma respetuosa y natural, sin tratar de forzar gestos y modales artificiosos.
Si nos topamos con un cursi no debemos tratarlo de forma diferente a los demás. Ni tampoco debemos burlarnos de esa persona. La debemos tratar con la misma educación y respeto que a cualquier otra persona.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
En la antigüedad, los muebles daban testimonio del estatus social del anfitrión donde se celebraba algún acontecimiento
-
Las invitaciones son, en algunas ocasiones, una forma de establecer una relación personal, comercial o profesional
-
La sonrisa, es la luz de nuestro rostro, la que nos abre muchas puertas, la que genera aptitudes positivas y la que nos alisa el camino para llegar a los demás
-
No podemos hacer esperar a nadie, ni a los anfitriones ni al resto de los invitados. Es de muy mala educación
-
Solo hay que poner un poco de atención para que tus invitados se encuentren cómodos y a gusto en tu casa
-
Cada celebración, ceremonia, acto, evento... suele requerir un tipo de invitación distinto
-
Los anfitriones, en ocasiones, tienen que actuar como mediadores o diplomáticos con sus invitados si surgen situaciones incómodas o violentas
-
No hay que forzar los modales. Hay que ser educados y elegantes, pero sin hacerse notar ni tratar de llamar la atención
-
A la hora de los discursos, el anfitrión es el primero en dirigir la palabra, a los efectos de agradecer la asistencia, explicar los motivos del acto, presentar a los demás invitados
-
En la mayoría de las invitaciones o cartas de invitación se suelen indicar al pie de las mismas una frase indicativa del tipo de vestuario a lucir
-
No es una situación habitual, pero se puede dar el caso en una fiesta o reunión que alguno de los invitados sustraiga algo de la casa o de algún invitado
-
Si no somos amigos de regalar flores, podemos presentarnos con un detalle o un pequeño obsequio que entregaremos a los anfitriones nada más saludarles